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Atacan a agencias de verificación de datos brasileñas

Dos agencias brasileñas de fact-checking (al estilo Chequeado, de la Argentina) y sus colaboradores fueron objeto de ataques virtuales debido a una recién lanzada asociación con Facebook contra la diseminación de las llamadas fake news; acusan a grupos derechistas

Fuente: Blog Periodismo en las Américas

Dos agencias brasileñas de verificación de datos (fact-checking; al estilo Chequeado, de la Argentina) y sus colaboradores fueron objeto de ataques virtuales debido a una recién lanzada asociación con Facebook contra la diseminación de noticias falsas. Los ataques personales a los periodistas y las críticas a la honradez de las agencias partieron de grupos de derecha, que los acusan de intento de censura y de actuar con un sesgo ideológico de izquierda, según BuzzFeed News.

Facebook y las agencias Lupa y Aos Fatos anunciaron el 10 de mayo el lanzamiento en Brasil del programa de verificación de noticias de la red social. La iniciativa surgió en diciembre de 2016 en Estados Unidos y desde entonces fue implementada en varios países como México, Colombia e India, siempre en asociación con organizaciones de verificación integrantes de la International Fact-Checking Network (IFCN). La IFCN, parte del instituto de periodismo Poynter, certifica a las agencias con base en criterios como ser imparcial y transparente en cuanto a fuentes y financiamiento.

En Brasil, Facebook invitó a las dos agencias a verificar los mensajes que los usuarios de la red señalan como falsos. Si el contenido es de hecho considerado falso por las verificadoras, ellos tendrán su distribución orgánica reducida y no se podrá potenciar. Las páginas que comparten repetidamente contenido que se considera falso tendrán su alcance disminuido y no podrán hacer anuncios para aumentar su número de seguidores.

Las personas y administradores de páginas que intenten compartir contenido considerado falso serán notificados que las agencias han cuestionado la veracidad. El texto verificado también puede ser asociado al contenido cuestionado, de modo que llegue a la línea de tiempo de los usuarios acompañado de la verificación que lo apuntó como falso. Facebook afirma que en Estados Unidos este método ha disminuido hasta en un 80% la distribución orgánica de noticias consideradas falsas por agencias de verificación.

Desde el 14 de mayo, Lupa y Aos Fatos han realizado la verificación de mensajes en Facebook y publicado el resultado en sus respectivas páginas. El 15 de mayo, un usuario de la red social publicó en un comentario a un post de Aos Fatos un montaje con impresiones de publicaciones y fotos de colaboradores de la agencia, tomados de sus perfiles personales, acusándolos de ser “militantes proaborto, ideología de género y vilipendio” contratados por Facebook “para censurar posts y páginas”.

Según informó BuzzFeed News, perfiles en Facebook y Twitter de grupos de derecha y personas públicas vinculadas con esos grupos pasaron a acusar a las agencias y a sus profesionales de estar tratando de censurar a la derecha. En las críticas, no hay referencias a los chequeos en sí, sino a una supuesta inclinación de los medios y de sus colaboradores a un sesgo ideológico de izquierda.

También según BuzzFeed News, estos grupos habrían producido un documento de 300 páginas en el que afirman haber “chequeado a los chequeadores” a partir de las publicaciones de los periodistas en sus perfiles en las redes sociales. Algunas páginas del documento fueron publicadas por un usuario en su perfil en Facebook y muestran la clasificación ideológica de los periodistas entre “izquierda”, “extrema izquierda” o “indefinido” y cuestionando, con base en esa clasificación, la idoneidad de las agencias. Además de los colaboradores de Lupa y de Aos Fatos, también fueron listados los periodistas de Agência Pública, que realiza Truco, una iniciativa de verificación de datos también aprobada por la IFCN. (Rosental Alves, director del Centro Knight para el Periodismo en las Américas, también aparece en la lista por ser parte del consejo de Agência Pública).

El periodista Leonardo Sakamoto, presidente de Repórter Brasil, también fue objeto de ataques. En un artículo en su blog, afirma que las publicaciones en las redes sociales afirmaron que fue contratado por Facebook para censurar contenido en la plataforma. “Siento decepcionar a los haters, pero eso es una noticia falsa sobre una noticia falsa”, escribió Sakamoto, que cree haber sido asociado a la iniciativa debido al rumor recurrente de que él sería propietario de Agência Pública, que ni siquiera forma parte del programa lanzado por la red social.

Cristina Tardáguila, directora de Lupa, dijo a BuzzFeed News que “es mucha ingenuidad creer que el fact-checking está siendo creado para demoler algún lado del espectro político”. Afirmó que la agencia ya ha recibido críticas de personas de izquierda y de derecha por identificar informaciones erróneas en declaraciones de políticos de ambos partidos. “Eso es parte del juego, pero el volumen de críticas previas como está sucediendo ahora nunca había visto”, dijo Tardáguila.

Tai Nalon, directora de Aos Fatos, afirmó que “no existe censura ni ataque a la libertad de expresión”. “Lo que existe es más contexto y acceso a versiones contradictorias”, dijo a BuzzFeed News, agregando que los periodistas de la agencia “no participan en movimientos de partidos políticos, ideológicos o movimientos sociales” y son orientados “a no emitir opiniones sobre determinados temas”. “Si cubre un tema no importa su opinión, sino los hechos”.

El periodista Alexios Mantzarlis, director de la IFCN, publicó el 18 de mayo un artículo en el diario Folha de S. Paulo en defensa de la verificación de datos, de las agencias y sus colaboradores. Según él, los ataques “tienen más como objetivo la iniciativa de verificar hechos que efectivamente el resultado de ese trabajo”. También citó un episodio ocurrido en 2017, cuando uno de los grupos de los que emanan la ofensiva actual en contra de Lupa y Aos Fatos atacó a una reportera de Truco, de Agência Pública. En esa ocasión, tras ser preguntado sobre la fuente de una información publicada en su página, el grupo envió la foto de un pene a la reportera, acompañada de la frase “Check this!” (¡verifique esto!), según relató Pública.

La Asociación Brasileña de Periodismo Investigativo (Abraji, por sus siglas en portugués) divulgó una nota de repudio a los ataques a los periodistas. “Para Abraji, la crítica al trabajo de la prensa es válida y necesaria. Al incitar, endosar o practicar un discurso de odio contra periodistas, sin embargo, aquellos que reprochan las iniciativas de chequeo promueven exactamente lo que dicen combatir: el impedimento a la libre circulación de informaciones”.

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