En la tarde de ayer, en un hecho que marca el nivel de impunidad y violencia que se vive en Villa Moreno, fue baleado el frente de la casa de un familiar de una de las víctimas de la masacre del 1º de enero, a metros del lugar donde suelen encontrarse los patrulleros que deben cuidar la integridad de los relacionados con los fallecidos. Dos muchachos a bordo de una moto dispararon contra el frente de la casa y el auto de Roque, hermano de Claudio Suárez, uno de los asesinados en la masacre de Villa Moreno. “Los que dispararon fueron los hermanos del Negro Villalba”, señalaron testigos del hecho, haciendo referencia a uno de los implicados en la saga trágica que integra el triple crimen.
Villa Moreno es un barrio humilde. La gente que lo habita señala que siempre fue un lugar de laburantes que sale a trabajar a las 7 y vuelve cuando está cayendo la tarde. “Si bien siempre hubo droga, nunca fue un lugar de parada para los narcos”, describieron testigos. Pero desde el 1º de enero todo se fue complicado.
La familia Villalba, señalada por diferentes fuentes como “los narcos de la zona”, acosa permanentemente a los familiares de los asesinados, culpándolos a ellos de que Ezequiel se encuentre implicado en la causa. El de ayer fue otro de tantos ataques que sufren los parientes de los chicos muertos. Alrededor de las 13, Roque “Keko” Suárez estaba en el interior de su casa, ubicada en Moreno y Presidente Quintana, dándole de comer a uno de sus hijos. “Keko salió a la puerta cuando vio venir a Héctor y Claudio Villalba a bordo de una moto, apuntándoles con un arma” señalaron testigos. Los pistoleros dispararon en no menos de 4 ocasiones, baleando el auto de Keko y el frente de su casa, añadieron. El muchacho se salvó porque se tiró cuerpo a tierra.
Cabe recalcar que en la puerta de la casa baleada es donde suelen estar los custodios impuestos por la Justicia para cuidar a las personas implicadas en la masacre; algo que no pasó. “Desde que nos pusieron custodia, que debe estar las 24 horas, los policías sólo faltaron en dos ocasiones. Una vez para detener y acosar a los hermanos de otro de los chicos muertos en la masacre, y hoy (por ayer), que misteriosamente salieron 10 minutos, cuando los Villalba atacaron”, indicaron vecinos de la zona, en relación con los uniformados que patrullan Villa Moreno.
Desde el Movimiento 26 Julio, que realiza trabajo territorial en el barrio (al que pertenecían los asesinados el 1º de enero), indicaron: “Esto es una locura, los narcos siguen haciendo lo que quieren, moviéndose con total impunidad”. El caso es investigado por el Juzgado de Instrucción en turno junto con la comisaría 15ª.