Un comerciante, de 65 años, fue acribillado y su sobrino, de 21, quedó malherido este viernes en plena tarde cuando fueron emboscados por tiradores en un auto en la cuadra de Garibaldi al 200, en barrio Tablada. Las víctimas fueron llevadas por familiares al Hospital Roque Sáenz Peña. Los médicos de la guardia informaron que el mayor llegó fallecido mientras que el joven fue estabilizado y derivado al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca) por la complejidad de su cuadro de salud. En la escena, los pesquisas recolectaron una treintena de vainas servidas calibre 9 y 40 milímetros.
Las primeras informaciones aportadas por voceros policiales indicaron que el asesinato se cometió alrededor de las 18 en inmediaciones de Garibaldi casi esquina Ayacucho. Si bien en principio sólo se conoció por algunos testimonios que los homicidas habían usado una ametralladora, con el correr de las horas, las fuentes judiciales y relacionadas a la pesquisa ampliaron la mecánica del brutal ataque.
De acuerdo a lo que pudieron reconstruir, Bartolomé Blanco, de 65 años, charlaba con su sobrino, identificado como Juan A., de 21, en la vereda de su casa donde también funciona una granjita cuando al menos dos de los ocupantes de un auto les dispararon y huyeron a toda velocidad.
Familiares de las víctimas salieron de la viviendas para socorrerlas y las llevaron hasta el Hospital Roque Sáenz Peña. En la guardia, los médicos les informaron que Bartolomé había fallecido producto de múltiples impactos mientras que Juan tenía al menos una herida de arma de fuego por lo que fue estabilizado y derivado al Heca, donde quedó internado en estado reservado, según voceros del caso.
En la escena, el personal del Agencia de Investigación Criminal (AIC) recogió casi tres decenas de vainas servidas de dos calibres, de 9 milímetros y de 40, las cuales fueron enviadas para peritajes, dijeron las fuentes.
Los vecinos de la zona mostraban su sorpresa y conmoción por el ataque, porque la víctima fatal era un comerciante bien referenciado y querido en el barrio.
La investigación quedó a cargo de la fiscal Gisela Paolicelli, quien ordenó al personal del Gabinete de Criminalística y de la División de Homicidios de la AIC trabajar en la escena para el levantamiento de rastros y relevamiento de cámaras de videovigilancia públicas y privadas de la zona para intentar determinar tanto el móvil como identificar a los homicidas.