El marco es imponente, la expectativa abruma y la espera por la llegada del control policial termina de colaborar para que las tribunas se llenen justo antes del salto inicial de la serie entre Atalaya y San José por los playoffs de la Conferencia Norte del Torneo Federal. No son todos del Azul, está claro, y aunque el aliento baja sólo desde una tribuna, el resto apoya de forma incondicional, con simpatía, con amor por el básquet y por Rosario, eso que parece tan difícil de lograr pero que de vez en cuando se ve, y en el caso de Atalaya, bastante seguido. Hay una fórmula que pocas veces falla: resultados favorables, humildad y sacrificio en el camino, y esencia rosarina. Y este equipo de Atalaya se ganó el apoyo en la cancha.
Pero ningún marco garantiza una victoria y el partido amaneció complicado para el local, con un San José enfático en negarle juego bajo el cesto a Villa y Yanson e iluminado en ataque con Montero y Sinconi, sobre todo en la larga distancia.
La visita arrancó mejor y a Atalaya le costó llevar el trámite hacia su territorio, algo que fue consiguiendo poco a poco y no exento de sacrificio. Primero se soltó en ofensiva, buscando correr y dar un pase extra para burlar a las torres del rival y sus tapas, pero después comenzó a entender una situación básica de la defensa contra Jovanovich cerca del aro. Es que el enorme pivot de San José se hace ancho para recibir y es sólido al postearse y arrear a su defensor contra el aro, pero usa todos esos recursos para luego revertir el juego y pasar la bola, por lo que pocas veces utiliza esa enorme ventaja para definir él. Entonces, a medida de que Atalaya entendió que el negocio pasaba por ajustar a los tiradores, fue creciendo en defensa.
Lo mejor del Azul se vio allí, con juego rápido, de pases, y comenzando a sacar rédito del menor recambio rival, que sufrió cada vez que Montero y Sinconi fueron al banco. Como contrapartida, Pérez, Rava, Leo Yanson y Ettorre respondieron bien en el local.
San José volvió a meterse en juego con la muy buena defensa de Ortega sobre Maxi Yanson, pero nuevamente flaqueó a la hora del recambio y con el correr de los minutos Atalaya se fue adueñando del trámite de manera definitiva, encontró a sus vías de gol y sacó rédito de las contras.
Tardó en llevarlo a su ritmo, pero una vez más Atalaya leyó el partido de manera inteligente y supo sacar ventaja de su rotación. El primer punto quedó en Rosario (84 a 68), y el viernes hay otra chance de disfrutar de una fiesta del básquet en la ciudad.
SÍNTESIS
ATALAYA 84: Lautaro Suárez 10, Joaquín Ríos 15, Santiago Orellano 2, Maximiliano Yanson 20, Lisandro Villa 15 (fi), Alejandro Ettorre 5, Emanuel Rava 10, Juan José Borches 0, Mariano Laurido 0, Federico Pérez 5, Leandro Yanson 2, Facundo Maruelli 0. DT: Mariano Junco.
SAN JOSÉ 68: Leandro Quarroz 11, José Perroni 11, Fernando Montero 19, Gianfranco Sinconi 14, Marcos Jovanovich 2 (fi), Mariano Ortega 4, José Melchiori 6, Luca Brouchoud 0, Claudio Pérez 0, Germán Verón 0. DT: Maximiliano Visso.
ESTADIO: Alberto Ornati
ÁRBITROS: Marín Quintana y Ezequiel Silva
PARCIALES: 20/14, 40/36 y 64/55
LOS OTROS FINALES
En increíble cierre, El Tribuno de Salta le ganó a Sportivo Las Parejas (Tarragó 0, Iglesias 4, Stegmayer 1) por 86 a 84 y se adelantó en la serie del Norte 1 a 0, mientras que Santa Paula de Gálvez perdió como visitante ante Atlético Saladas 90 a 68. Sport mantuvo la categoría al derrotar a Atlético Tostado por 78 a 70 y cerrar 3 a 2 la serie. En el ganador jugaron los rosarinos Hernando Salles (3) y Roberto López (9).
En los duelos que involucraron a jugadores rosarinos, Zárate le ganó a Ferro de Madryn 97 a 76 con 22 puntos de Exequiel Cassinelli, mientras que San Martín de Curuzú Cuatiá se impuso a Belgrano de Tucumán 104 a 94 con 14 de Jonatan Sacco.
Además, Independiente de Oliva contó con 4 puntos del lungo rosarino Cristian Scaramuzzino para derrotar 89 a 72 a Independiente de Neuquén, que tuvo 7 puntos de otro interno de la Cuna de la Bandera, Ezequiel Dentis.