Al menos 12 impactos de bala dejaron su huella en la puerta y fachada del Concejo Municipal de Rosario. El ataque, que se estima ocurrió entre la 1.30 y las 2 de la madrugada, se investiga como uno más de la saga de balaceras contra sedes del Poder Judicial y domicilios de jueces, según confirmó el fiscal Matías Edery, quien integra la Unidad de Gravedad Institucional, creada para esclarecer este tipo de atentados.
Alrededor de las 6, un trabajador del Palacio Vassallo observó un vidrio roto ubicado detrás de la puerta de ingreso, pero recién pasado el mediodía se hablaría de un nuevo ataque mafioso. Y la sorpresa llegaría cuando se descubrió más de una decena de impactos en puerta y pared y un cartel sucio de pisadas hallado en la plaza de enfrente. Tenía la leyenda “Con la mafia no se jode. La próxima a sus casas”. La misma frase que se repitió en varios atentados del mismo tipo.
Antes, circuló una versión de fuentes policiales: que dos hombres protagonizaron una pelea frente al Concejo, uno de los cuales desenfundó un arma y disparó.
“No hubo reporte, sólo se vio el vidrio roto y se pensó que era eso y una pelea con un disparo. Luego viene personal de balística y encuentra los impactos. Ahí se generó la investigación como que fue un atentado”, explicó Edery. Y agregó: “Entiendo que los impactos en la puerta son bastante imperceptibles. La gente que viene a trabajar no está viendo si hay orificios en las puertas. No los habrán visto”.
“Hay un testigo que dice que hubo dos personas que se pelearon. Lo cual puede ser verdad pero también una persona que vino y disparo”, analizó Edery.
“En principio ocurrió entre la 1.30, 2 de la mañana. A esa hora se ve a dos hombres caminando, que es el único movimiento sospechoso que hay en el lugar. Personal de seguridad del Concejo no escuchó. La guardia de Gendarmería tampoco, se puede haber usado un silenciador”, especuló Edery.
Si bien Edery se mostró cauteloso y no arriesgó hipótesis, expresó: “Evidentemente hubo alguien que vino a tirar tiros al Concejo y dejó una nota intimidatoria. Lo vamos a investigar en gravedad porque tiene características similares a otros ataques. Hay numerosos impactos y un cartel”.
Las balas, dijo el fiscal, son calibre nueve milímetros, cuyas vainas a medida que pasaron las horas fueron acumulándose sobre el cordón hasta que las halló PDI.