La balacera que tuvo lugar en la madrugada de este jueves contra el supermercado de la familia Roccuzzo generó un sismo en lo político-institucional y puso a Rosario bajo la atención mundial. Una balacera que se suma a la veintena de hechos que hay a diario marca el termómetro de la violencia que se vive en la ciudad de la furia, que lleva 54 homicidios en lo que va del año.
Un ataque con una metodología calcada a muchos otros hechos, aunque esta vez le tocó a una familia muy querida y respetada de la ciudad, que tiene entre sus miembros políticos al mejor jugador del mundo que supo llenar el corazón albiceleste el último diciembre y no dudó en volver a su Rosario natal para disfrutarlo con la gente y pasar las Fiestas en su casa de Funes: Lionel Messi.
También trascendió que en el lugar, propiedad del padre de Antonela Roccuzzo, José, y que administra un primo de la esposa de Messi, se hallaron 14 impactos y 12 vainas servidas de una pistola 9 milímetros.
La motocicleta con dos ocupantes se detuvo frente al comercio para que uno de ellos bajara y gatillara rápido y sin parar. Todo quedó grabado en una filmación, cuya existencia confirmó el fiscal que investiga el caso, Federico Rébola.
El ataque intimidatorio, a las tres de la madrugada, vino con un mensaje dirigido al propio Messi, y al intendente Pablo Javkin: «Messi te estamos esperando. Javkin es narco, no te va a cuidar». El comercio ubicado en Lavalle al 2500, casi 27 de Febrero quedó con las marcas del ataque: vaciaron un cargador contra los blíndex.
Balean comercio de la familia de Antonela Roccuzzo: 14 tiros contra el frente y mensaje para Messi
En cuanto a la individualización de los autores, el fiscal dijo que aún “es muy preliminar para confirmarlo” y agregó: “Tenemos las filmaciones y las cámaras en nuestro poder. Estamos recabando información».
Rébola dijo que es consciente de “la repercusión que tiene el caso», aunque aclaró que por el momento no podía decir nada más.
Al lugar llegaron, apenas conocida la noticia, el ministro de Seguridad de Santa Fe, Claudio Brilloni, y el intendente Javkin, entre muchas horas figuras dirigenciales.
Poco antes de las 9 de la mañana, la noticia estalló en los medios locales, nacionales e internacionales, casi al unísono, fruto de la globalización que generan las redes sociales y el magnetismo del apellido Messi.
Así, opinadores de toda laya, en medio de un año electoral, y por la atracción del rosarino más famoso, tuvieron la solución para el problema de la violencia y el narcotráfico en Rosario en pocas horas, justo antes de la reunión de la Junta Provincial de Seguridad prevista para este jueves en la sede local de Gobernación. Un problema en cuyo abordaje las diferentes gestiones de los tres niveles del Estado, de diferentes signos político-partidarios, y sus tres poderes han fracasado de manera rotunda en las últimas dos décadas.
Voces oficiales, oficiosas, extraoficiales y opositoras
Al llegar al lugar, y antes de que la ministra de Gobierno, Celia Arena, hablara de «acto terrorista», el ministro de Seguridad Brilloni admitió: “No tenemos ninguna hipótesis firme”.
En rueda de prensa, el funcionario comentó: “Es un tema grave y estoy en comunicación con el gobernador» (Omar Perotti). Y agregó: “Nos ponemos a plena disposición de la familia y los empleados del supermercado”.
Por último, recordó: “Se trabaja todo el día, toda la noche. Lo que buscamos es hacer trabajo de prevención para evitar que suceda”.
El propio Javkin llegó pronto, mientras salía al aire por radios locales:
“¿Dónde están los que nos tienen que cuidar? Yo no tengo armas, a mí no me van a correr con esto. No se necesita una autorización del juez para buscar a los que hicieron esto. Todos hablan de la situación de Rosario”.
Javkin habló con Brilloni y con Perotti, en la previa de la reunión de la Junta Provincial de Seguridad. También se comunicó con el presidente Alberto Fernández. Mientras tanto, el titular de Seguridad nacional, Aníbal Fernández, criticaba al propio mandatario local y lo mandaba a tener diálogo con las autoridades provinciales. «Hace 20 años que los narcos hacen lo que están haciendo (en Rosario) y hay que revertirlo», diagnosticó, para apuntar luego más fino: «El intendente de una ciudad de una provincia tiene que hablar con la gente de la provincia».
Obvio, la oposición, el cambiemismo intentó llevar agua para su molino pegándole a las administraciones justicialistas: «Tres mil gendarmes persiguiendo a los narcos mientras las Fuerzas Armadas blindan nuestras fronteras», escribió el alcalde porteño, Horacio Rodríguez Larreta, en Twitter. Y su contrincante interna Patricia Bullrich, ex ministra de Seguridad de Mauricio Macri, repitió: «No hay lugar para soluciones a medias. Hace dos días lo dije en Rosario: hay que usar todas las fuerzas para recuperar la ciudad del dominio narco. Pensar que algunos todavía se niegan a hacerlo».
Mientras los jueces no paran de sacar comunicados o de opinar en los medios, negando como es habitual que la seguridad pública sea algo que tenga que ver con ellos; mientras los legisladores cajonean proyectos de ley sobre ampliación de tribunales a nivel federal o bien las iniciativas de reforma policial en la provincia; mientras los ejecutivos juegan sus propios partidos en pleno año electoral, con un ojo en la interna y otro en el adversario de otro partido, en el medio Rosario sigue a la deriva. Y la falta de respuestas de la política sólo aliente soluciones que prometen dinamitar democracia y República.