Una mujer que estaba desaparecida desde hacía una semana fue encontrada asesinada y enterrada en un terreno de la ciudad de Santiago del Estero y por el femicidio detuvieron al hijo de un amigo de la víctima, informaron este domingo fuentes judiciales.
Se trata de Marisol Andrea Bustos (35), cuyo cuerpo fue hallado este sábado al mediodía luego de haber sido vista con vida por última vez el 30 de octubre último, cuando salió de su casa en el barrio Bosco II de la capital santiagueña y se dirigió a la casa de su amigo, apodado Pila.
Según las fuentes, desde ese día su familia no supo más nada de ella, por lo que el martes último una amiga suya denunció su desaparición, y las fiscales Silvina Paz, de la División Trata de Personas, y Judith Díaz, de Homicidios y Delitos Complejos de La Banda, ordenaron las diligencias para dar con su paradero.
De acuerdo a lo que relataron a Télam Valeria y Jésica, hermana y sobrina de la víctima, respectivamente; Marisol tenía la costumbre de reunirse con varios amigos en la casa de Pila, de quien la víctima era amiga «desde hace mucho tiempo».
Durante la búsqueda, el hijo de Pila; Andrés Alejandro Juárez (29), fue detenido por la Policía y puesto a disposición de las fiscales, a quienes les habría señalado la ubicación del terreno descampado en el que se encontraba el cuerpo de Marisol, situado en la zona oeste de la capital santiagueña.
Allí, los investigadores encontraron enterrada a Bustos, quien había según le médicos forenses había sido estrangulada, aunque se esperan para las próximas horas los resultados de la autopsia para confirmar si también sufrió un intento de amputación de sus piernas, dijeron los informantes.
En tanto, en otro allanamiento los pesquisas secuestraron una bicicleta que se cree fue la utilizada por Marisol cuando salió por última vez de su casa.
«(El acusado) Vivía en la casa de su papá porque se había separado y no era amigo de Marisol como sí su padre», aseguró Jésica.
Sin embargo, una fuente judicial explicó a Télam que, al parecer, la víctima había tenido una relación con el ahora imputado hacía cuatro meses.
Respecto a «Pila», Valeria señaló que «cambió varias veces de versión» cuando fue interrogado por los investigadores.
«Primero nos dijo que (Marisol) se había quedado a dormir en su casa hasta las seis de la mañana y después dijo que se había ido antes. Además nos esquivaba la mirada», aseguró.
Por otra parte, la hermana de la víctima confirmó que Marisol estaba actualmente en pareja con el padre de su último hijo, de 10 años, a quien, a su vez, había denunciado varias veces por violencia de género.
«La última denuncia fue en 2018. Después tenían idas y vueltas en la relación pero vivían juntos. Además del hijo en común, Marisol tenía tres hijos más», agregó.
Por último, la familia aguardaban esta tarde que le entreguen el cuerpo para luego de sepultarlo organizar una movilización para pedir justicia en los próximos días.
«Queremos que se haga justicia, que pague por lo que hizo y que no salga nunca más de la cárcel», indicaron.
En tanto, en su perfil de la red social Facebook, Yanet Cáceros, otra sobrina de la víctima, escribió: «Teníamos tanta fe que te íbamos a encontrar con vida… no te imaginas el dolor que dejaste. Descansa en paz, te amamos tanto.»
Por otro parte, organizaciones feministas también se manifestaron acerca del hecho y emitieron un comunicado para pedir justicia por Marisol Bustos.
«Queremos justicia por todas estas mujeres a las que les arrebataron la posibilidad de vivir una vida libre de violencia, que buscaron soluciones y ayudas en el Estado pero fueron negadas, disipadas o con una larga espera», expresaron desde la organización feminista Mumalá-Mujeres de la Matria Latinoamericana.
A través de su cuenta de Facebook, esta organización indicó: «Hace una semana reclamábamos que busquen a Marisol Bustos, nos conocimos por un acompañamiento hacia su caso de violencia de género que sufría con su anterior pareja, estuvimos con ella en su casa e intentando crear puentes que puedan salvarnos, pero no fue suficiente.»
En ese sentido, recordaron que cuando junto a la víctima denunciaron esa situación en la Dirección de Género de la provincia, los funcionarios le explicaron que ya se había dispuesto la exclusión de hogar y prohibición de acercamiento por cuatro meses, pero que no podían enviar policías para custodiar a Marisol porque no patrullaban en el barrio.
En ese sentido, Mumalá repudió el accionar de la Justicia y de los medios de comunicación que «han estigmatizado su búsqueda, exponiéndola y revictimizándola» y exigió «celeridad y responsabilidad por parte de los funcionarios que debieron poner en marcha los mecanismos de protección hacia la víctima».