Una pareja de novios fue atacada el miércoles por la noche, en el barrio porteño de Palermo, por besarse en la calle.
Tres hombres los insultaron al verlos y los golpearon con un palo. Ante los gritos de las víctimas, vecinos de la zona salieron a auxiliarlos y los agresores huyeron.
Pablo Cavaignac y Yaco Jacobsen habían ido a tomar una cerveza para celebrar que se habían mudado juntos. Camino a su nueva casa, se produjo el brutal ataque de violencia homofóbica por parte de tres hombres de entre 20 y 30 años.
Anoche en Palermo, Yaco Jacobsen besaba a su novio Pablo.
Tres hombres aparecieron detrás con un palo y los atacaron.
Algunos vecinos escucharon los gritos y Pablo pudo escapar.
Yaco tiene rodillas, mano y codos complicados.
Homoodio sin aislamiento social ni prevención pic.twitter.com/zlD30l1onK
— Franco Torchia (@francotorchia_) October 1, 2020
«Por la espalda nos sorprendieron de una forma cobarde, teniéndolos encima, golpearon brutalmente a mi pareja que se había puesto entre ellos y yo para que no me atacaran», contó en diálogo con Crónica, Pablo Cavaignac, una de las víctimas.
«Le pegaron una trompada en la cabeza, se cayó y se terminó golpeando más», describió Cavaignac.
Cavaignac, sorprendido por la situación, advirtió que los agresores no tenían la intención de robarles sino de golpearlos, ya que uno de ellos tenía un palo.
«Empecé a pedir auxilio a la policía, los vecinos del lugar comenzaron a salir a los balcones, encendieron las luces y otros los empezaron a correr», describió. Uno de los vecinos que presenció la situación, los asiló en su casa y desde allí llamaron al 911.
Según contó Cavaignac, Yaco fue herido en la cabeza, en las rodillas, en las brazos y en las manos.
La pareja realizó la denuncia en la Comisaría Vecinal (14 A) de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Cavaignac contó que tuvo que realizar correcciones varias veces por «detalles inexactos» en la transcripción de los relatos de su denuncia y que nunca llamaron al SAME para tratar las lesiones que recibieron.
En la redacción de la denuncia Cavaignac remarcó que la policía concluyó que tenía «lesiones, que no me robaron nada y que fue sólo un acto homofóbico».
«Ese ‘sólo’ lo vi cuando llegué a mi casa y no era ‘sólo’, fue el odio lo que generó esa violencia», expresó indignado y agregó: «Dándonos un beso, en la vía pública y en estado de indefención. A mi me empujaron pero a Yaco lo golpearon fuertemente».
Pablo es abogado, trabaja en el Poder Judicial y Yaco es fotógrafo. Después de los sucedido está recibiendo acompañamiento, solidaridad y asesoramiento de agrupaciones de derechos LGBTQ+.