Al menos ocho personas murieron, cinco de ellas turistas rosarinos, y más de una decena resultaron heridas este martes cuando el conductor de una camioneta alquilada arremetió contra ciclistas y peatones en una bicisenda del sur de Manhattan, en la ciudad estadounidense de Nueva York, y luego se estrelló contra un transporte escolar. Las autoridades locales catalogaron como un “acto terrorista” el ataque y el presidente Donald Trump dijo que el hecho había sido cometido por una persona “muy enferma y perturbada”.
Según confirmaron a El Ciudadano allegados a su familia, uno de los fallecidos es Ariel Erlij, de 48 años, un empresario referente de Ivanar, una firma local dedicada a la producción y comercialización de productos siderúrgicos con fuertes inversiones en toda la región. Erlij celebraba junto a otros nueve amigos rosarinos –uno de ellos residente en Boston– el 30° aniversario de su graduación en el Instituto Politécnico Superior General San Martín. En el momento del ataque, los diez circulaban en bicicleta por la bicisenda del sur de Manhattan.
Este martes por la noche, un mensaje en Twitter de la Cancillería argentina confirmó que los otros cuatro rosarinos que murieron son Hernán Diego Mendoza, Diego Enrique Angelini, Alejandro Damián Pagnucco y Hernán Ferruchi. En tanto, Martín Ludovico Marro, el rosarino que vivía en Boston, quedó internado en el Presbiterian Hospital de Manhattan, herido pero fuera de peligro.
Según se supo, el propio Erlij había pagado el viaje de algunos de sus amigos de la secundaria que no tenían suficiente dinero para solventarlo y querían reencontrarse con otros pares de la promoción 1987 del Politécnico.
La Cancillería argentina había confirmado anoche en un primer comunicado que “ciudadanos argentinos” se encontraban entre las víctimas fatales del ataque, sin especificar cuántos, e informó que personal diplomático trabajaba “junto a las autoridades locales en la identificación de las víctimas”.
La Municipalidad de Rosario emitió un comunicado de repudio al ataque en el que informó que decretó tres días de duelo. Además se puso a disposición de las familias de las víctimas para asistirlas.
También Cancillería trabajaba en un puente con Nueva York: “El gobierno de la República Argentina se encuentra profundamente conmocionado por el fallecimiento de los compatriotas y trabaja en auxiliar a los familiares y amigos de las víctimas”, marcó el primer comunicado oficial, que expresó también la “más enérgica condena a los actos terroristas y a la violencia en todas sus manifestaciones”.
Más tarde, la Cancillería emitió un segundo comunicado en el que señaló que “las autoridades federales de Estados Unidos informaron que se encuentran llevando a cabo una investigación criminal sobre el acto terrorista”. Y advirtió que por “la regla de «secreto de sumario»” no se había dado a conocer todavía entonces la identidad de los fallecidos.
“El consulado general en Nueva York se encuentra en permanente contacto con las autoridades policiales y los centros hospitalarios que recibieron a los afectados por el atentado. Dicho Consulado habilitó el siguiente número de emergencia para atender solicitudes de información y asistencia: +1 212 603 0445”, completó el texto.
Por su parte, el canciller Jorge Faurie escribió en su cuenta de Twitter: “Estamos conmocionados por los sucesos en Nueva York. Trabajamos con las autoridades locales para identificar a nuestros compatriotas”. Y añadió: “Nuestra prioridad en estos momentos es auxiliar a los familiares y amigos de las víctimas”.
Detuvieron al atacante
Poco después del ataque, el autor del atentado fue identificado como Sayfullo Habibullaevic Saipov, un ciudadano uzbeko de 29 años residente en Tampa, Florida, quien habría llegado a Estados Unidos en 2010.
Luego del ataque, el hombre salió de la camioneta sosteniendo dos pistolas falsas, antes de ser baleado en el abdomen y detenido, explicó el comisario James O’Neill, de la Policía de Nueva York, en una conferencia de prensa junto al alcalde, Bill de Blasio, y el gobernador del estado, Andrew Cuomo.
El incidente ocurrió aproximadamente a las 15.05 de Nueva York (las 16.05 en la Argentina) muy cerca de una escuela secundaria y otra primaria, mientras los niños de la mayor ciudad de Estados Unidos celebraban Halloween, el día de brujas, y se paseaban por el lugar disfrazados de Cenicienta, Batman o Harry Potter.
El atacante se encontraba hospitalizado anoche y no se brindaron detalles sobre su condición. Tampoco había trascendido la identidad de las otras tres víctimas fatales.
Testigos del ataque describieron escenas de pánico y sangre, con personas gritando del miedo y la bicisenda cubierta de cuerpos y bicicletas arrolladas.
Aunque el ataque no había sido reivindicado al cierre de esta edición, el modus operandi remite a las embestidas masivas que el grupo islamista radical Estado Islámico (Isis, por sus siglas en inglés) perpetró con vehículos en ciudades europeas como Niza, Berlín y Londres en los últimos años. La Policía de Nueva York dijo que la camioneta, alquilada a la compañía Home Depot, circulaba por una calle del Bajo Manhattan cuando subió a la bicisenda situada al borde del río Hudson.
El conductor continuó barriendo todo a su paso hasta chocar con un transporte escolar, en el que hirió a otros dos adultos y dos niños. Todos los heridos fueron trasladados a un hospital y, pese a que su estado de salud es grave, se encuentran fuera de peligro. Testigos citados por la cadena de noticias CNN afirmaron que el atacante gritó en árabe “Allah akbar” (Dios es grande), la clásica arenga de los islamistas radicales.
O’Neill dijo que el conductor hizo una declaración al bajar del vehículo y, aunque no precisó detalles, aseguró que la proclamación les hizo deducir que se trataba de “un acto de terrorismo”.
Una pistola de paintball y otra de aire comprimido fueron halladas en la escena, afirmó la Policía.
Los servicios de emergencias y las fuerzas de seguridad se encontraban anoche en la zona, en donde se cerró un perímetro para llevar a cabo la investigación.
En forma preliminar se cree que el conductor actuó solo y no hay indicios de que haya otro tipo de amenaza en la ciudad estadounidense, dijo el gobernador de Nueva York. “Esto fue un acto de terror. Un acto de terror especialmente cobarde dirigido contra civiles inocentes”, declaró, por su parte, el alcalde De Blasio, quien calificó los hechos como una “horrible tragedia”.
Horror
En el lugar del ataque, dos cuerpos yacían sobre la bicisenda, mientras que el frente de la camioneta se encontraba destrozado. “Escuché disparos y entonces me di cuenta”, dijo John Williams, de 22 años, quien se encontraba cerca del lugar con su patineta.
“Dos mujeres con niños corrieron hacia mí y alguien gritó «tiene un arma»”, contó el testigo, citado por la agencia de noticias alemana DPA. “Vi un hombre boca abajo en el suelo, parecía que le habían disparado. Otro hombre había sido arrestado”, añadió. Según distintos reportes, dos escuelas cercanas fueron cerradas tras el ataque, ocurrido en los inmediaciones del One World Trade Center.
El presidente estadounidense, Donald Trump, tildó de “enfermo y perturbado” al autor del ataque múltiple. “¡NO EN ESTADOS UNIDOS!”, escribió Trump en su cuenta de Twitter, todo en mayúsculas.