Al menos 22 personas murieron ayer, entre ellas 20 turistas de varias nacionalidades, en un ataque que hombres armados perpetraron contra el Parlamento y un museo de la capital de Túnez, que incluyó una toma de rehenes, informó el Ministerio del Interior del país africano. Además, en el ataque, el mayor atentado sufrido por Túnez desde 2002, cuando 21 alemanes perecieron en agresión similar en la isla de Djerba, fue herida una treintena de personas, la mayoría turistas.
Los viajeros fallecidos son de nacionalidad española, italiana, sudafricana, japonesa, colombiana, alemana, francesa y polaca. En el ataque murieron también dos tunecinos, uno de ellos policía.
Si bien las autoridades tunecinas no habían podido precisar hasta el cierre de esta edición el número de atacantes, al menos tres hombres armados, vestidos con uniformes militares, intentaron ingresar al Parlamento tunecino, donde los legisladores debatían una reforma de la ley antiterrorista. La guardia de Seguridad del Parlamento se dio cuenta de que los uniformados no llevaban armas reglamentarias y, al pedirles que se detuvieran, se desató un tiroteo.
Los atacantes se refugiaron en el Museo del Bardo ubicado al lado del edificio legislativo, que es reconocido por su colección de antigüedades y una de las principales atracciones turísticas del país, por lo que se encontraba bastante concurrido. Antes de ingresar al museo, dispararon contra un ómnibus de turistas.
Las fuerzas de seguridad tunecinas pusieron en marcha un dispositivo de alerta máxima, la zona fue acordonada por agentes de la Guardia Nacional y todos los diputados y las personas que se encontraban en el edificio fueron evacuadas. Los turistas fueron tomados como rehenes y asesinados muchos de ellos.
Tras varias horas de tensión, las fuerzas de seguridad abatieron a dos terroristas, detuvieron a otro de 22 años, y liberaron a los rehenes.
Al terminar la toma de rehenes, el primer ministro de Túnez, Habid Essid, confirmó que entre los fallecidos había víctimas de varias nacionalidades.
Essid dijo que durante la operación fueron abatidos dos de los atacantes, pero que otros dos o tres podrían haberse dado a la fuga, informó la agencia de noticias EFE.
“No tendremos ninguna piedad contra quien amenaza el país. Lamentamos que muchos son envidiosos de los resultados que alcanzó Túnez en esta fase de transición”, concluyó el premier tunecino.
“No hemos establecido la identidad de los dos terroristas”, reconoció el gobernante, del partido laico Nida Tunes, que en febrero logró formar un Gobierno de unidad nacional que incluyó a los islamistas de Ennhada.
El atentado golpea con dureza al turismo, uno de los principales pilares económicos de la nación africana.
Si bien Túnez es considerado uno de los pocos casos exitosos de la llamada Primavera Árabe, el gobierno acababa de asumir el control del país tras una larga y turbulenta transición política.
Ocurre, como admitió Essid, “en un momento crítico y determinante” para el país, que aprobó en 2014 una nueva Constitución y celebró, a finales del año pasado, las primeras elecciones libres.
El país africano fue escenario en las últimas semanas de un repunte de la actividad yihadista en la región de Kasserine, en la frontera oeste con Argelia, una zona montañosa que utilizan como bastión radicales locales y también otros procedentes de Mali, Marruecos o Mauritania.
Túnez es además uno de los países del que partieron un mayor número de yihadistas para sumarse a las filas del grupo terrorista Estado Islámico (EI), que lucha en Siria e Irak para instaurar un califato.
Solidaridad de la Argentina
El gobierno argentino condenó ayer enfáticamente el ataque terrorista ocurrido en la capital de Túnez.
“La Argentina hace llegar sus condolencias y expresa su solidaridad con el gobierno y pueblo tunecino, así como con todos los países connacionales entre las víctimas”, señaló la Cancillería.
En ese sentido, “la Argentina reitera su inalterable compromiso con la paz y la lucha contra el terrorismo en todas sus formas, así como la firme voluntad y decisión política de continuar fortaleciendo los mecanismos de cooperación internacional, en plena observancia de las leyes y de los derechos humanos”, finaliza el comunicado.
También los gobiernos de España, Colombia, Alemania, Polonia, Estados Unidos, México, Argelia y representantes de la Unión Europea repudiaron el hecho.