Al menos 29 personas murieron en el ataque cometido por yihadistas en un hotel y un restaurante frecuentados por extranjeros en la capital de Burkina Faso. Según una fuente de seguridad burkinesa, entre las víctimas habría personas de al menos 18 nacionalidades, entre ellas dos franceses y dos suizos. Hay también una treintena de heridos, y ya se identificaron los cuerpos de tres atacantes, todos ellos hombres.
El presidente Roch Marc Christian Kaboré llamó al pueblo de Burkina a tener “valor” y mantenerse “vigilante”, y decretó un duelo nacional de 72 horas a partir de hoy.
En total 126 personas fueron liberadas durante la operación contra los yihadistas que atacaron un hotel y un café cercano, en pleno centro de la capital de Burkina Faso. Entre los sobrevivientes se encontraría, ileso, el ministro de Trabajo, Clement Sawadogo.
El rastreo a la búsqueda de otros atacantes continuó durante horas en las inmediaciones del hotel Splendid y del restaurante Cappuccino, según una fuente de seguridad.
Al Qaida en el Magreb Islámico (Aqmi) reivindicó el ataque, y explicó que se trataba de una “venganza contra Francia y los infieles occidentales”, según un comunicado detectado por el observatorio estadounidense Site.
Los atacantes eran miembros del grupo Al Murabitun, basado en Malí y dirigido por Mojtar Belmojtar, dijo Site.
“Sangre por todas partes”
Ayer por la mañana, aún en plena operación policial, la entrada principal del hotel Splendid estaba en llamas y podían oírse gritos en el interior.
“Fue horrible, la gente estaba acostada y había sangre por todas partes. Disparaban a la gente a quemarropa”, contó Yannick Sawadogo, uno de los rehenes que consiguieron escapar.
“Los oímos hablando e iban caminando entre la gente y disparando a quienes no estaban muertos. Y, cuando salieron, provocaron un incendio”, añadió.
El ataque se produjo dos meses después de otro atentado yihadista en el lujoso hotel Radisson Blu de la capital de Malí, Bamako, en el que murieron 20 personas –entre ellas, 14 extranjeros–, reivindicado por el mismo grupo autor de este último ataque en Uagadugú.
El sábado Site difundió una conversación telefónica de uno de los asaltantes en la que afirmaba: “He contado 18 (cuerpos), pero hay al menos 30 muertos”.
París y Washington, aliados clave de Burkina Faso, condenaron el atentado, al igual que la Unión Europea y Reino Unido.
Este ataque inédito en la capital de Burkina supone un desafío al poder del presidente Kaboré, recientemente elegido tras una transición caótica al frente de este país de mayoría musulmana.
Para Cynthia Ohayon, experta del International Crisis Group (ICG), supone un atentado contra el símbolo democrático que encarna Burkina Faso.
Burkina Faso forma parte del G5 Sahel, grupo de cinco países de la región que se coordinan y cooperan en materia de desarrollo, seguridad y lucha contra el terrorismo.
También apoya a la misión antiterrorista francesa Barkhane, que abarca cinco países de la región del Sahel (Mauritania, Mali, Níger, Chad y Burkina Faso). Las fuerzas especiales francesas se encuentran apostadas en las afueras de Uagadugú.
Condena de Cancillería
El gobierno nacional expresó ayer por la tarde “su más enérgica condena al atentado terrorista perpetrado en la ciudad de Uagadugú, Burkina Faso, que ha dejado como saldo numerosos muertos y heridos de variadas nacionalidades”.
La Cancillería emitió un comunicado en el que señaló que “Argentina subraya la necesidad de que el flagelo del terrorismo sea enfrentado con toda firmeza por el conjunto de la comunidad internacional, en el marco del derecho internacional y del respeto a los derechos humanos”.
Y añadió: “El gobierno argentino transmite sus condolencias al gobierno y al pueblo de Burkina Faso y a los de las nacionalidades de las numerosas víctimas del atentado, como así también a sus familias, a la vez que hace votos por la pronta recuperación de los heridos”.