Tres personas murieron y tres resultaron heridas hoy en un tiroteo ocurrido en el centro de París, cerca de un centro cultural kurdo, y un hombre cercano a los 70 años fue arrestado, informaron fuentes de la Policía y la Fiscalía.
«Hay tres muertos, una persona en estado muy grave, dos en estado grave y el sospechoso, que fue arrestado, que también está herido, sobre todo en el rostro», afirmó la fiscal Laure Beccau, en declaraciones a la prensa desde el lugar del hecho.
El ataque tuvo lugar en la calle d’Enghien, en el centro de la capital francesa, en inmediaciones del centro cultural kurdo Ahmet Kaya, y se desconocen los motivos, explicaron las autoridades.
Los disparos causaron pánico poco antes del mediodía francés entre los residentes del barrio, una zona de gran movimiento, conocida como «la petite Turquie» (la pequeña Turquía), con tiendas, restaurantes y bares.
«Escuchamos cinco tiros que venían de 50, 100 metros. Después, vimos a una persona de unos 60 años sacar de su bolso una pistola y se puso a tirar hacia nuestra casa», dijo un testigo a la cadena de noticias BFM TV.
«Había gente que entró en pánico, gritando a la Policía y señalando al salón», explicó Emmanuel Boujenan, un residente de la zona, quien indicó que vio a dos personas en el suelo del centro cultural con heridas en las piernas, en declaraciones reproducidas por la agencia de noticias AFP.
Según la intendenta del distrito, Alexandra Cordebard, los disparos afectaron a «un centro cultural kurdo, un restaurante y una peluquería».
Testigos del incidente aseguran que el individuo fue reducido en un primer momento por los propios transeúntes después de abrir fuego, antes de la aparición de las fuerzas de seguridad.
La Fiscalía de París anunció la apertura de una investigación por los cargos de «asesinato, homicidio doloso y violencia con agravante», que fue confiada a la sección antiterrorista de la brigada criminal.
La oficina antiterrorista nacional se desplazó también al lugar de los hechos, pero de momento «ningún elemento» privilegiaría su intervención, precisó Beccau.
Los motivos del ataque «formarán parte obviamente de las investigaciones que acaban de comenzar con un despliegue muy importante de personal» de los servicios de investigación, agregó la fiscal.
Fuentes citadas por el diario Le Parisien indicaron que el sospechoso, un ferroviario jubilado de nacionalidad francesa, fue detenido hace un año, después de atacar «con un sable» un campamento de migrantes en París y fue el centro de una investigación por el ejercicio de «violencia armada de carácter racista».
De acuerdo a las mismas fuentes, el hombre, de 69 años, estaba en libertad desde el pasado 12 de diciembre y se encontraba bajo control judicial, con prohibición de abandonar el país y portar armas.
Si bien las autoridades siguen buscando antecedentes, la fiscal de París afirmó que el sospechoso también era conocido por otro intento de homicidio doloso hacia una persona vulnerable cometido en 2016 en el suburbio parisino de Seine-Saint-Denis.
Por este caso «fue juzgado y condenado recientemente, pero tras la condena la fiscalía presentó un recurso», explicó Beccuau.
También había sido detenido en octubre de 2019 por porte de armas, consignó el diario capitalino Le Parisien.
La primera ministra francesa, Élisabeth Borne, calificó el tiroteo como un acto «atroz» y expresó su pleno apoyo a las víctimas.
La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, agradeció a la Policía su «decisiva intervención en el terrible ataque», mientras que el vicealcalde de la capital, Emmanuel Grégoire, anunció que se desplazará al lugar un equipo de atención psicológica.
En tanto, el ministro de Interior, Gérald Darmanin, que se encontraba de viaje en el norte de Francia, informó por Twitter que regresaba a París «por el trágico tiroteo ocurrido esta mañana».
El Centro Ahmet Kaya, cuyo nombre rinde homenaje a un cantante kurdo obligado a abandonar Turquía en 1999 debido a una campaña de difamación, es una asociación que pretende «favorecer la inserción progresiva» de la población kurda instalada en la región parisina.
En medio de un importante despliegue policial, varios miembros del centro cultural kurdo lloraban y se abrazaban para consolarse.
Algunos de ellos, dirigiéndose a gritos a la Policía, decían: «Esto vuelve a empezar, no nos están protegiendo, nos están matando», según reportó la agencia de noticias AFP.
La noticia del tiroteo tensó los ánimos de una ciudad que sufrió de manera repetida ataques islamitas desde 2015 y que ocasionalmente vive brotes de violencia de grupos criminales.