El fiscal federal Claudio Kishimoto, a cargo del caso de los 475 kilogramos de cocaína encontradas en un avión ligero que la Fuerza Aérea obligó a aterrizar en la localidad de Luis Palacios, sobre la ruta 34, señaló que la droga abandonada por el piloto de la aeronave es de alta pureza, por lo que la hipótesis es que no estaba destinada al mercado interno. Además, confirmó que los envoltorios, de unos 40 kilos cada uno con los panes en su interior, tenían el sello de un toro, ya observado en otras incautaciones. Por la secuencia del hallazgo en la tarde de este miércoles, el funcionario judicial estima que, pese a la intercepción, el lugar previsto de entrega de la sustancia era el mismo en el que se halló.
Kishimoto confirmó que la aeronave de bajo porte fue detectada por radares del Ministerio de Seguridad en un ingreso irregular al espacio aéreo argentino en Santiago del Estero, aunque originalmente pudo haber despegado de Paraguay. Su matrícula, CP-3350, es de Bolivia. Fue la Fuerza Aérea la que, por radio, intimó al piloto a descender, lo que hizo a 25 kilómetros al noroeste de Rosario, cerca de la ruta 34.
El aparato en cuestión, dijo el fiscal, no necesita una gran distancia para aterrizar, sino apenas unos 150 metros. Agregó que en los 20 minutos que mediaron entre el descenso forzado y la llegada de personal de Gendarmería al lugar tras ser avisado de la intercepción, el piloto consiguió huir en una camioneta que lo esperaba. Esas dos precisiones, reflexionó, abonan la teoría de que el sitio de aterrizaje previsto para descargar la droga era el mismo o cercano a donde quedó la aeronave.
“Pudimos ver un sello de toro, lo estoy investigando. Pero dentro de los secuestros que se intervienen hay modalidades que usan este tipo de sello”, agregó Kishimoto sobre uno de los datos que trascendieron sobre el hallazgo.
Incautan 450 kilos de cocaína luego de que una avioneta aterrizara en Luis Palacios
Respecto del arribo de droga por aire a la región, el fiscal aseguró que desde que cumple funciones en Rosario, en 2017, “siempre se hablaba de los aviones que aterrizaban, que tiraban la droga, que había pistas de aterrizaje clandestinas, panes de drogas tirados en algún campo”. Sin embargo, recalcó la singularidad del último hallazgo: “Fue un dato más certero y eso fue lo interesante, que tan cerca de Rosario se haya detectado el aterrizaje de una avioneta como esta”.
Aunque la investigación está en su primera etapa, el funcionario judicial marcó otro dato relevante para reconstruir el itinerario de la droga: “Es de una gran pureza y no creo que esté destinada sólo al mercado interno, cada bulto contenía 40 kilogramos”.
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