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Atlanta, un club recuperado donde se practica servicio a la comunidad

Un grupo de jóvenes reactivó la bohemia institución que limita los barrios Echesortu y Ludueña como espacio cultural, deportivo y familiar. Con asistencia municipal se regularizó el marco legal

El Club Atlético Atlanta cambió su esencia. Fue creado el 15 de septiembre de 1935 y refundado recientemente. Con el correr de los años sufrió varios coletazos que lo pusieron al borde del abismo. Sin embargo, un grupo de jóvenes fue apropiándose del recinto emplazado en Santa Fe 4455. Con tenacidad y fuerte vocación solidaria terminaron recuperando la bohemia institución, que limita los barrios Echesortu y Ludueña. En la actualidad es un espacio cultural, deportivo, social y muy familiar digno de visitar y destacar.

Hay marcada fuerza pujante de un grupo de jóvenes que motoriza a diario un espacio neurálgico en la barriada. “Nos planteamos darle vida al club, no sólo cultural sino también social y deportiva”, destacó Gustavo Giménez, quien además de ser el secretario es uno de los profesores de vóley.

Ajedrez, jaque al destino

“Llegamos al club en 2016 por intermedio de un grupo de compañeros, quienes estaban buscando un espacio físico para poder dar talleres de ajedrez. La idea era tener un lugar fijo. Vinimos a hablar con Alberto Savica, quien era entonces el bufetero. Le planteamos el proyecto y nos abrió las puertas sin dudar. Así empezó todo”, graficó Giménez con cierta emoción.

El secretario bohemio confesó además que “en un momento, don Alberto decidió dejar el lugar (en 2016). Quería jubilarse porque además había pasado más de la mitad de su vida acá adentro. Nos dejó las llaves del club porque confió en nosotros desde el inicio”.

Gustavo resaltó: “Esto seguía en pie gracias a él. Con los demás compañeros generamos con el paso del tiempo varias actividades para los chicos del barrio, pese a que muchos nos conocen por la enseñanza y práctica de ajedrez”.

Valores como bandera

Uno de los principios que quieren revalorizar puertas adentro es potenciar la relación entre las personas y los valores. “Acá no sólo aprendemos ajedrez, hacemos deportes, o damos bailes, sino formamos personas para un mundo que queremos que sea distinto”, graficó el secretario.

Atlanta cuenta con un amplio salón donde reinan los tableros de ajedrez en varias mesas, tienen parrillero, bufet y una cancha al aire libre donde se practica handball y vóley.

El bohemio rosarino contaba hasta antes de la pandemia con 100 socios, quienes abonaban una cuota prácticamente simbólica. No obstante, con la pandemia mermó el caudal de activos de manera considerable.

“En la actualidad hay actividades bajo los correspondientes protocolos. Aunque hasta antes de la pandemia teníamos talleres de ajedrez para diversas edades. Abarcaba desde niños de seis años a los adultos mayores. También había básquet y danza peruana y folclórica. A eso le habíamos agregado handball para chicos y chicas de entre cinco y 20 años”, deslizó Giménez, quien además contó que mantienen «una gran relación con la Casa Uruguaya y la murga Los Chapitas de la República”.

Jóvenes impulsores

Hace un par de semanas se constituyó la flamante comisión directiva. Karen Hoffman fue elegida como presidenta, además de ser pionera y profe de ajedrez en Atlanta. De hecho, los antecedentes certifican que la primera dama bohemia es una de las impulsoras del actual proyecto. “El club se fundó el 15 de septiembre de 1935. Tenemos entendido que se creó porque una persona jugaba al fútbol en Atlanta y era rosarino. Y que cada vez que jugaban en la provincia o más al norte paraban a comer acá. Por eso la institución se llama así. Igual no está muy claro este tema porque todo lo que sabemos es por el boca a boca, ya que no hay documentación que pueda avalarlo”, explicó Gustavo.

El secretario hizo eje en que “si bien cada uno tiene un rol asignado, lo cierto es que colaboramos entre todos para darle vida a este club, que en 2016 estaba casi sin función”.

“Una vez que comenzamos a realizar los trámites para darle un marco legal a la situación, desde la Dirección de Clubes de la Municipalidad nos fueron ayudando y guiando para tramitar toda la documentación, y hace unas semana logramos regularizar los papeles”, afirmó.

Y agregó: “Queríamos recuperar la identidad del club ante todo. Nosotros lo dinamizamos, pero este lugar es para los vecinos. Para los niños y niñas. Para todos aquellos que querían realizar alguna actividad, las puertas están abiertas para toda la comunidad. Porque Atlanta es un club social, deportivo y cultural abierto a todo el mundo”.