Varias denuncias hechas por vecinos permitieron desbaratar un quiosco de venta de drogas ubicado en la zona sudoeste, detener a tres personas y secuestrar alrededor de cuatro kilogramos de marihuana y un kilo de cocaína fraccionada y lista para su comercialización. “Lo importante de este operativo fue que pudimos atrapar al proveedor cuando realizaba la entrega de las sustancias. Tuvimos suerte porque pudimos cortar con toda la cadena”, declaró una fuente de la División Inteligencia Rosario de la Dirección General de Prevención y Control de Adicciones. Hace dos meses, personal de la ex Digedrop realizó un operativo en el mismo lugar, que ya era utilizado para vender droga: arrestó a una persona y secuestró una importante cantidad de sustancias.
De acuerdo con fuentes de la investigación, personal de la ex Dirección General de Drogas Peligrosas comenzó las investigaciones por la venta de estupefacientes dos semanas después de que desbarataran el quiosco por primera vez, en junio pasado.
“En esa oportunidad, atrapamos a una persona que en la habitación donde hoy (por ayer) estaba el vendedor almacenaba los estupefacientes y los fraccionaba en otra habitación, tipo tapera, separada por unos metros de patio de esta”, comenzó relatando uno de los integrantes del operativo, realizado en una precaria vivienda de Lavalle al 2700. “Sin embargo, ahora armaron nada más que una pieza de dos por dos con un hueco en el tapial de ladrillos grises que da a la vía donde pasaban la mercancía”, agregó el vocero.
“Después que hicimos el primero de los allanamientos, los vecinos volvieron a llamar para avisarnos que gente nueva había tomado el predio y había vuelto a comerciar sustancias prohibidas”, especificó el uniformado dela Dirección Generalde Prevención y Control de Adicciones delegación Rosario.
“Decidimos entrar alrededor de las 11.30 cuando el proveedor, identificado como Carlos Alfredo M., de 39 años, se retiraba y un comprador de 22 años estaba por recibir su paquete por el hueco del quiosco”, sostuvo el portavoz. Al ver la presencia policial, el distribuidor quiso escapar, corrió unos metros por las vías y fue retenido en la vereda de Lavalle, entre bulevar 27 de Febrero y Gálvez.
En ese momento los agentes, la mayoría de ellos vestidos de civil, tuvieron un sorpresivo ataque de parte de algunos vecinos de la zona, que reconocieron al hombre retenido como un habitante del barrio.
Fuentes del caso indicaron que varias personas comenzaron a tirar piedras hacia los detectives, por lo que hubo forcejeos, “pero la situación se pudo controlar rápido y nadie resultó herido”, indicó el vocero.
Los pesquisas agregaron que en el interior de la habitación se apresó a Cristian G., de 19 años, quien podría ser la persona encargada de vender droga, y se secuestraron 700 envoltorios de marihuana de5 gramoscada uno, 574 bochitas de cocaína de 1 y de2 gramosjunto con tres celulares y dos motos, la cuales no registraban pedido de secuestro.
Un investigador detalló que es una de las pocas ocasiones dentro de los 40 allanamientos que se realizaron este año en que se detiene a todos los involucrados en la cadena de comercialización y compra de estupefacientes.
En ese sentido, los pesquisas especificaron que el proveedor de 39 años tiene gran cantidad de antecedentes penales que le costaron una estadía hasta el año pasado en la cárcel de Coronda.
El caso y la droga secuestrada quedaron a cargo del Juzgado Federal Nº3, acargo de Carlos Vera Barros, con la colaboración del personal de la delegación Rosario dela Dirección Generalde Prevención y Control de Adicciones.
