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Atrapan al encargado de conseguir la cocaína para el Clan Castedo

Se trata del cuñado del líder de la banda, Delfín Castedo. Tiene doble nacionalidad, argentina- boliviana, y está señalado como quién se encargaba de conseguir los estupefacientes para enviarlos al norte del país. Delfín dominó por dos décadas el tráfico de drogas con paso fronterizo propio en Salta

Un hombre que tenía pedido de captura internacional acusado de ser el proveedor de drogas desde Bolivia del clan Castedo quedó detenido este lunes por la noche en la provincia de Salta tras un operativo realizado por la policía del vecino país y el personal de la Gendarmería Nacional en Salta. El apresado es cuñado del líder de la organización, Delfín Reynaldo Castedo, quien cayó en 2016 en Buenos Aires. Castedo, un terrateniente con 28 mil hectáreas, y su familia dominaron por dos décadas un extenso corredor a ambos lados de la frontera con Bolivia por el que traficaba cocaína. Además, está sindicado como el cerebro detrás del contrabando de una tonelada de droga a Europa, causa conocida como Carbón Blanco. La organización criminal incluía la complicidad de un renombrado juez y un diputado salteño, entre otros, y en su accionar figura varias veces la provincia de Santa Fe.

El cuñado de Castedo fue identificado como Mario Morfulis Herrera, sindicado proveedor sobre quien pesaba un pedido de captura internacional del Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional Nº 2 de Lomas de Zamora, a cargo Federico Villena, en una causa por asociación ilícita e infracción a la ley de drogas 23.737. Herrera está casado con la hermana de Delfín, Roxana, quien también se encuentra detenida acusada de integrar la banda especializada en la exportación de cocaína en al viejo continente.

El arresto fue realizado este lunes por la noche en Yacuiba, Bolivia, y estuvo a cargo del personal de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen de la Policía Boliviana, en cumplimiento de la orden de captura vigente, la cual tenía una notificación roja en Interpol.

Según las fuentes, en un operativo montado entre la Sección de Investigaciones Antidrogas de la Gendarmería en Salta y la policía del vecino país, el detenido fue trasladado hasta el paso fronterizo y entregado a las fuerzas federales argentinas sobre el puente internacional Salvador Mazza-Yacuiba. Luego fue conducido hasta la oficina de migraciones de esa ciudad salteña, donde tras ser identificado quedó detenido.

Las fuentes dijeron que el apresado tiene doble nacionalidad -argentina y boliviana- y que además presentó documentos falsos con intenciones de evadir la orden de captura. De acuerdo a los voceros, Herrera está acusado de pertenecer a la banda narcocriminal liderada por su cuñado, Delfín Castedo.

Para los investigadores, su rol era el de proveer droga desde Bolivia hasta el norte argentino.

El clan Castedo

Delfín Reynaldo Castedo fue detenido en la localidad bonaerense de Ituzaingó en julio 2016 luego de permanecer 10 años prófugo por delitos vinculados al narcotráfico y por un homicidio. Lo atrapó personal de Gendarmería en Parque Leloir mientras se trasladaba en una camioneta Toyota Hilux con una falsa identidad.

La organización criminal que había diseñado Castedo consistía en cocinar en Bolivia la cocaína y para luego ingresarla a la Argentina a través de un paso fronterizo propio: Castedo era dueño de 28 mil hectáreas en Salta, en la zona de Salvador Mazza, y su hermana Roxana tenía otro tanto del lado boliviano. Se fueron expandiendo de a poco y a fuerza de violencia, amenazando a pequeños propietarios de la zona para sumar sus parcelas y así agrandar el corredor propio. En al menos uno de esos casos, los atentados llegaron al asesinato: el de Liliana Ledesma, integrante de una familia de criadores de cebú. Ledesma apareció muerta de siete puñaladas sobre una pasarela fronteriza en septiembre de 2006. La Justicia determinó que ese crimen fue ejecutado por cuatro personas contratadas por Delfín Castedo y el fallecido ex diputado provincial salteño –romerista– José Ernesto Aparicio. El legislador era uno de los respaldos para la impunidad del clan, del lado de la política.

En la Justicia, el más notorio fue el ex juez Federal de Orán, Raúl Reynoso, de 60 años, quien se presentaba como un paladín de la lucha contra el narcotráfico. Reynoso fue apresado en 2016 y a partir de mediados de diciembre pasado está a la espera de la sentencia del primero de los juicios orales en su contra por cobrar coimas a narco para protegerlos, la cual se conocerá a finales de febrero próximo. La causa Castedo donde está nombrado aún se encuentra en la etapa de instrucción.

Proveedores y conexión santafesina

La operatoria de la banda estaba asentada en la localidad salteña de Salvador Mazza, desde donde planificaban todo el negocio: ingresaban la droga de Bolivia por sus propiedades para exportarla hacia España e Italia a través de la Argentina, donde también distribuían. Pero su fuerte era el “comercio exterior”.

El clan Castedo estaba integrado por Delfín, sus hermanos Raúl, Roxana y Roberto César, además del padre de todos ellos, Reinaldo.

Eran los grandes importadores y proveedores mayoristas, y tenían intermediarios para sus negocios. Los Castedo fueron los principales proveedores del abogado Carlos Salvatore, apresado en 2012 en una cochera del macrocentro rosarino y acusado, entre otros delitos, por el envío de 762 kilos de cocaína desde la “capital de los cereales” a España, quien fue interceptado en el puerto portugués de Bilbao el 2 de agosto de 2010.

Otro de los socios fue el fundador y ex presidente del club Real Arroyo Seco, Patricio Gorosito, quien se ufanaba de codearse con Leo Messi y utilizaba el fútbol para, además, blanquear las ganancias del narcotráfico.

Salvatore y Gorosito se especializaban en la exportación de cocaína –no sólo– al viejo continente. La estrategia más difundida mediáticamente fue la que justificó el nombre de la causa Carbón Blanco. Pero hubo otras puertas de entrada a Europa: en 2005, el diario Italiano Il Giornale publicó un artículo titulado “Milano e Ibiza capolinea della cocaína VIP”, en el que a Delfín se le atribuye dirigir el poderoso Cártel de Losano.

Con Delfín tras las rejas, el negocio continuó de la mano de su testaferro Eduardo “Pinto” Torino, el cual zafó de causas judiciales gracias a la ayuda del luego destituido juez federal de Orán, Reynoso. Pinto siguió administrando las dos fincas lindantes El Pajeal y El Aybal, por la que se contrabandeaba la cocaína. El mismo personaje figuraba como gestor de negocios de la empresa Anzere S.A., que saltó como una offshore con domicilio en Uruguay cuando se destaparon los Panamá Papers. En julio de 2017 fue apresado y quedó acusado en una causa por lavado de activos provenientes del narcotráfico.

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