Un hombre de 32 años apodado Cuci quedó detenido anteayer al mediodía acusado de ser uno de los autores de un doble homicidio ocurrido en octubre pasado cuando Daniel Ramón Izaguirre, de 17 años, y Antonio Alejandro Domínguez, de 26, fueron asesinados producto de un enfrentamiento ocurrido en inmediaciones de Gálvez y Felipe Moré, en la zona oeste, en octubre de 2011. La Policía busca a Negro –hermano del apresado anteayer– y a Luis Roberto G., de 62 años, quienes al cierre de esta edición continuaban prófugos. Voceros del caso indicaron que Cuci y Negro poseen una condena anterior cuando junto con otro hermano mayor conocido como Bebe –que murió tras ser baleado en enero del año pasado–fueron hallados culpables del crimen de Isabelino Farías en un potrero de la Vía Honda.
Según fuentes policiales, Arcadio “Cuci” E., de 32 años, fue detenido anteayer al mediodía en inmediaciones de Río de Janeiro y Saavedra de barrio Triángulo, a sólo seis cuadras de donde tiene fijado domicilio.
El día después del doble crimen familiares del adolescente –que estaban reunidos en Matienzo al 3300 para despedir los restos del pibe– reconstruyeron en diálogo con El Ciudadano que el trágico desenlace, ocurrido alrededor de las 23.30 del sábado 16 de octubre pasado se produjo cuando sus vecinos disfrutaban de una fiesta de 15 años en una de las viviendas que se levantan al costado de las vías de Gálvez al 5000.
“Dani salió solo a comprar una gaseosa al quiosco que está a un par de casas. Cuando volvía, un grupo de jóvenes del barrio comenzó una balacera contra los invitados del cumpleaños y éstos respondieron el ataque”, dijo una vecina, refiriéndose a una de las victimas fatales.
“Escuchamos los tiros y salimos todos a ver. Dani se quedó parado y le pegaron en el pecho. Los que lo mataron fueron los invitados a la fiesta porque los otros –quienes según las versión de la joven estaban en medio de las vías– tiraban para el lado de la casa y él estaba enfrente”, recordó una muchacha, quien agregó que la víctima fatal era limpiavidrios, estaba en pareja y no veía la hora de cumplir los 18 años para ir a trabajar en la misma empresa que lo tenía conchabado a su papá.
Como consecuencia de la reyerta, también murió Alejandro Domínguez, de 26 años, quien participaba de la celebración: recibió un disparo en el abdomen y falleció mientras era atendido en el Hospital de Emergencias.
Voceros policiales, por su parte, brindaron una versión diferente de los hechos alimentada por los testimonios de la familia que organizó la fiesta de 15. Entre ellos estaba Luis Roberto G., de 62 años, quien terminó acusado de ser uno de los protagonistas del doble homicidio y que continúa prófugo de la Justicia.
De acuerdo con la versión de los uniformados, el cumpleaños se desarrollaba en el patio delantero de una vivienda, que había sido alquilada para tal fin.
En ese marco, el dueño de casa explicó a los policías que el enfrentamiento ocurrió pasadas las 23 de ese sábado, cuando dos chicos –uno de ellos era Dani– iban caminando hacia un quiosco para comprar una gaseosa y se cruzaron con tres desconocidos. En ese instante, se generó una discusión entre todos que terminó en la fatal balacera.
“Nadie pudo aportar cuál fue el móvil por el cual los invitados decidieron intervenir a los tiros en la gresca. Se puede pensar que fue para defender a los dos que iban al quiosco”, deslizó uno de los pesquisas ese día, aunque todavía el caso sigue siendo confuso.
Quizás con la detención de Cuci comience a esclarecerse el doble homicidio que manchó para siempre una fiesta de 15 años.
El caso es investigado por el Juzgado de Instrucción de la 3ª Nominación junto a la Brigada de Homicidios.