Un muchacho de 23 años y un hombre de 50 quedaron detenidos este viernes tras dos allanamientos realizados por personal de la Tropa de Operaciones Especiales (TOE) en barrio Parque Casas. Los uniformados incautaron tres pistolas –una calibre nueve milímetros y dos .380–, un auto y celulares. Los apresados están sospechados de ser los autores de dos casos de abuso de armas y amenazas calificadas ocurridos el miércoles pasado, investigación que quedó a cargo del fiscal de Flagrancia Mariano Ríos Artacho. El menor de los detenidos está señalado como integrante de un conocido clan de Nuevo Alberdi que en los últimos años fue el responsable por infundir el terror en los vecinos de ese sector de zona noroeste.
Voceros judiciales señalaron que a raíz de dos hechos de abuso de armas y amenazas que ocurridos el miércoles pasado en la zona norte, este viernes alrededor de las 7 personal de la TOE supervisado por el fiscal Ríos Artacho irrumpió en dos viviendas ubicadas en Larrechea y Ávalos y en Larrechea al 1800. En la primera apresaron a Claudio A., de 50 años, mientras que en la restante fue detenido Iván E., de 23. Tras los operativos, los uniformados secuestraron tres pistolas, un auto y celulares.
Fuentes del Ministerio Público de la Acusación (MPA) no brindaron detalles sobre los casos por los que está sospechada la dupla y dijeron que la audiencia imputativa se realizará en los próximos días.
En el clan del Lichi
Los investigadores ubicaron a Iván E. como un integrante de la banda de Nuevo Alberdi. La última aparición de este clan en las crónicas policiales fue el 28 de febrero pasado cuando personal del TOE detuvo a Maximiliano R., de 18 años y hermano del líder Hernán “Lichi” R. El muchacho cayó en un allanamiento realizado en un motel de Ibarlucea y fue imputado por el crimen del almacenero Edgardo Picatti, ocurrido el 6 de mayo de 2017 en Nuevo Alberdi, la balacera contra tres pibes dos años antes –ambos en trámite en un juzgado de menores– y cinco denuncias por amenazas, abusos de arma y lesiones, entre otros delitos.
La banda del Lichi se caracteriza por el terror que infunde en el sector de la zona donde vive hace poco más de una década y media, según se desprende de las denuncias de vecinos que se acumulan en Fiscalía y que quedaron expuestas en la audiencia imputativa contra Maxi R. Manipulación de armas y hechos de sangre tienen a varios integrantes de la familia en la mira de investigadores. A ello se suman pesquisas por aprietes, usurpaciones, amenazas, tiroteos y atracos. Y a Lichi, de 26 años, lo vinculan con el narcomenudeo y a una facción de la barra de Central. Está detenido hace casi un año sindicado por una decena de golpes que le dejó un botín de dos millones de pesos en la región, entre los más conocidos figuran el de la distribuidora Tyna, Accesaniga y Electricidad Centro. Mientras que otro hermano, Gastón, fue investigado por la participación en el millonario robo a una joyería céntrica en 2015.