El operativo de tránsito, dispuesto por la Municipalidad de San Lorenzo, se llevó a cabo durante sábado y domingo pasado, en distintos puntos de la ciudad. El del siniestro estaba establecido en inmediaciones de Oroño y San Martín de dicha localidad.
Allí, los inspectores detienen a un motociclista, que al principio hace caso de la orden, pero luego, ante el pedido de la documentación del rodado, cambió de opinión e intempestivamente aceleró la moto con intenciones de huir. En esa alocada decisión es que embiste al inspector municipal, identificado como Esteban Lencina, que luego debió ser auxiliado por la lesión en su rodilla, aunque no fue de gravedad.
El irascible conductor logró ser detenido y su vehículo remitido al corralón, donde también fueron a dar otros medio centenar de rodados, producto de infracciones varias.
De ese total, veinte fueron automóviles y una cifra similar motocicletas, a los que se agregó una Traficc proveniente de otra localidad que transportaba personas para un boliche bailable de la ciudad y que no reunía los requisitos mínimos para este tipo de servicios de transporte.
Sobre boliches, el municipio también emprendió este fin de semana controles de rutina para verificar la presencia de menores de edad, los que fueron constatados en dos locales de diversión nocturna, que en consecuencia, quedaron clausurados. En este caso, se constataron una decena de adolescentes entre 15 y 17 años en lugares prohibidos para menores de 18.
“Muchas veces los menores echan mano a muchos ardides para entrar y compartir el espacio con los mayores, tal como la adulteración de sus documentos, pero sabemos que esto puede ser usado de una manera intencional y el municipio ha redoblado sus esfuerzos en esta dirección”, expresó el secretario de Gobierno sanlorencino, Iván Ludueña.
“La política de control nocturno va a seguir y no sólo en boliches, sino también en fiestas particulares en clubes o vecinales porque no queremos menores volcados al alcohol”, agregó, aludiendo a otra de las acciones llevadas a cabo este fin de semana y que tenían por destino, al menos, dos lugares en los que se anunciaban los ya clásicos Pico Libre.
En ambos sitios, el personal municipal solo pudo constatar que estaban cerrados. Fue evidente que, al conocer que serían inspeccionados, sus organizadores decidieron por cuenta propia suspenderlos. Uno de ellos, se promocionaba por la web como una fiesta de disfraces, y se supone que tenía vendida medio millar de tickets, según algunas especulaciones.
“La política de tránsito que ha dispuesto el municipio, por indicación del Intendente, tiene ya unos cuantos inspectores lastimados en su haber. Pero al igual que la política en la noche va a seguir inquebrantable porque queremos una ciudad ordenada, que se pueda disfrutar, en la que mayores y menores estén tranquilos en sus respectivos lugares”, culminó Ludueña.