La Cámara de Diputados ratificó en la tarde de este miércoles 11 de septiembre el veto del presidente Javier Milei a la nueva ley de Movilidad Jubilatoria, que establecía una recomposición y un mecanismo distinto del cálculo de haberes pare mejorar –en forma medida– los ingresos de jubilados y pensionados. Con 153 votos en contra del veto y 87 convalidándolo, y 8 abstenciones, la oposición no alcanzó la mayoría agravada de dos tercios, con lo que quedó firme la decisión del Ejecutivo. La misma Cámara le había dado sanción al proyecto impulsado por la UCR el pasado 5 de junio por 160 votos afirmativos, 72 negativos y 8 abstenciones. El cambio del voto de cuatro diputados radicales, la renuncia de un quinto y la abstención de otros dos que habían aprobado la ley, más la asistencia de ocho legisladores que se habían ausentado en la votación anterior terminó enterrando la posibilidad de insistir con la ley, pese a que tres meses atrás había superado la mayoría agravada que ahora requería mantenerla en pie. En el medio la Casa Rosada operó con algunos gobernadores y hubo otros cambios de voto, cuyas contraprestaciones se irán develando en las próximas semanas o meses. Desconociendo tanto la negociación bajo cuerda como la feroz represión que se descargó contra una fuerte manifestación de jubilados, gremios y organizaciones sociales, y sobre todo el marcado empobrecimiento de todo el sector, el jefe del Estado insistió con su tono épico al considerar “87 héroes” a quienes acompañaron el veto. “Le pusieron un freno a los degenerados fiscales que intentaron destruir el superávit fiscal que los argentinos con tanto esfuerzo logramos conseguir”, escribió.
La foto de cinco diputados radicales en la mesa junto al presidente Milei y otros funcionarios fue la estocada mostrada por el gobierno y que temía la oposición. La imagen se tradujo en el cambio de un voto por los jubilados a un voto por el veto en el caso de cuatro de ellos, Pablo Cervi (Neuquén), Martín Arjol (Misiones), Luis Picat (Córdoba), Mariano Campero (Tucumán). A ellos se sumó José Tournier (Corrientes), quien ingresó a la Cámara baja el mes pasado en reemplazo de Alfredo Vallejos, quien dejó su banca para ser ministro provincial de Seguridad. Y el voto del primero acompañó el veto. En Entre Ríos Pedro Galimberti dejó su banca tras acompañara la ley de Movilidad, aceptando el nombramiento en la represa Salto Grande. Su banca la ocupó Nancy Ballejos, quien forma parte del PRO y acompañó el veto.
A ellos se sumaron ausencias (en total nueve) que dieron más densidad a la búsqueda del oficialismo de superar el tercio y bloquear la insistencia en la ley de Movilidad. Entre ellas se destacan las que el 5 de junio votaron por la recomposición de ingresos a los jubilados: Ana Aubone (UxP-San Juan), Gerardo Cipolini (UCR-Chaco) y Roxana Reyes (UCR-Santa Cruz).
Y este miércoles mayoritariamente la bancada de Innovación Federal, cuyos integrantes responden a los gobernadores de sus provincias, optó por la abstención, cuando el 5 de junio había acompañado la ley. Es el caso de Alberto Arrúa, Carlos Fernández, Yamila Ruiz y Daniel Vancsik, todos de Misiones. Lo mismo hicieron Agustín Domingo (Río Negro) y Pablo Outes y Yolanda Vega, de Salta.
La Cámara de Diputados había comenzado a sesionar pasadas las 11 de este miércoles luego de reunir quórum con 131 diputados sentados en sus bancas. Desde entonces, y hasta la hora de la votación se dieron tensos cruces entre las y los legisladores, que intercambiaron acusaciones de todo tipo. La una tensión viene tendiendo a crecer en el recinto, acaso como reflejo de la violencia imbuida en los posteos de los seguidores de La Libertad Avanza, rentados o no, en las redes sociales y en los discursos en público del propio presidente Milei, que puede tratar de «héroes» a legisladores cuando lo acompañan, o «ratas» cuando no lo hacen.
También se intentó, en un camino bloqueado airadamente por el titular de la Cámara de Diputados, Martín Menem, abrir el veto total de Milei a la ley y tratarlo en por artículos de la ley de Movilidad. Menem, además, echó mano a dos artículos del Reglamento de la Cámara baja para emitir voto, una potestad que sólo es admisible bajo condiciones muy puntuales. Precisamente la Cámara tiene un número impar de integrantes bajo asistencia completa, en previsión de que en las votaciones no intervenga la presidencia. De igual modo, la sesión de este miércoles pareció tener las condiciones para el voto del riojano, aunque no está claro si como integrante 258, como parece haberse planteado. ç
Las miradas estaban puestas, en ese marco, en cuántas bancas quedarían vacías al momento de la votación. Si la oposición llegaba a alcanzar la mayoría agravada necesaria, el mismo porcentaje debería después sostener la ley en el Senado para resistir el veto de Milei. Pero no ocurrió
De la UCR al PRO
Al comienzo de la sesión, se concretó la jura de Nancy Ballejos (PRO) como diputada nacional por la provincia de Entre Ríos en reemplazo de Rodolfo Galimberti (UCR), quien renunció a su banca. El cambio, atribuido a una negociación bajo la mesa con la Casa Rosada que se entronca con un cambio de tablero en Paraná, lo que confluye en un movimiento de fichas en el contexto de la sesión especial de este miércoles.
Galimberti tenía una postura favorable a la mejora a jubilados, por lo que quienes apuestan a sostener la ley aprobada pierden un voto fundamental y en contraposición se suma un potencial voto por la ratificación del veto: Ballejos pertenece al sector del PRO que decidió acompañar al gobierno.
Con la jura de la entrerriana, el radicalismo pierde una banca mientras que el bloque que preside Cristian Ritondo crece a 38 integrantes, despegándose de La Libertad Avanza, que con la salida de Lourdes Arrieta quedó reducida a 37 representantes.
Así las cosas, la bancada amarilla se consolida como segunda minoría detrás de Unión por la Patria, que encabeza holgadamente con 99 miembros.
Este movimiento se gestó a partir de una propuesta del gobernador de Entre Ríos, Rogelio Frigerio, a Galimberti para que ocupe una silla en la comisión técnica que administra la represa Salto Grande.
Con esta jugada, Frigerio fortalece su liderazgo en la provincia, ya que logró una alianza con el dirigente radical que lo enfrentó en las elecciones de 2021 y 2023.
Galimberti era el último referente de Cambiemos que a nivel provincial seguía ofreciendo resistencias a su conducción. Con el cargo en la administración de la represa, logró que el radical deponga sus armas y se ordene detrás de su esquema de poder.
Ballejos, de 35 años y oriunda de Chajarí, decidió que se integrará al bloque del PRO y no a Encuentro Federal, para completar el mandato de Galimberti hasta diciembre de 2025.
Si bien esta opción era la más probable, tampoco era del todo obvia, dado que Frigerio tiene a dos diputados nacionales que le responden distribuidos en ambos bloques.
Mientras que Ana Clara Romero integra las filas del PRO, Francisco Morchio es parte de Encuentro Federal, la bancada que preside Miguel Ángel Pichetto.
Cosa de tránsfugas
El diputado nacional de la Coalición Cívica Maximiliano Ferraro arremetió contra el “transfuguismo” de los legisladores que en junio votaron a favor de la reforma de movilidad previsional y que ahora “se dieron vuelta” y le “darán la espalda” a los jubilados respaldando el veto de Milei.
“Estamos frente a la fe de los conversos, de los piruleros”, arrancó el referente del partido de Elisa Carrió durante la sesión especial.
“Estamos frente a quien ejecuta una mala intención. Una clara intención de los que mienten, de los que juegan a la visita a los palacios gubernamentales y erosionan el funcionamiento del sistema republicano y la división de poderes”, siguió Ferraro.
El diputado opositor cargó contra el “transfuguismo político y la liviandad argumental” de quienes “llevan al deterioro de la representación política que resquebraja la credibilidad y la estabilidad del sistema de partidos”.
“El transfuguismo y la cuestión pirulera de muchos legisladores genera la sensación de una gobernabilidad cada vez más opaca y vaya a saber qué tipo de transacciones de poder hubieron para perjudicar a los jubilados”, afirmó.
Para Ferraro, los diputados que tienen esa actitud están “traicionando el mandato” por el cual fueron elegidos “si no le dan una respuesta a los jubilados”.
“Hay una clara intención de los que mienten, de los que tergiversan la realidad y sólo hablan de números y se olvidan del rostro sufriente de miles y miles de jubilados”, expresó.
“No encuentro una sola razón que justifique que algunos diputados voten en contrario al mandato de Juntos por el Cambio, lo que votaron el pasado 5 de junio en el recinto”, continuó.
“Algunos optan por abandonarlos, darse vuelta y no darles una respuesta definitiva”, insistió Ferraro, que recordó que los jubilados en un año sufrieron entre un 24 y un 27% de recorte del gasto público, y una pérdida del poder de compra “de casi el 20%” tomando en cuenta los bonos discrecionales.
La senda judicial
El rionegrino Pichetto, a la cabeza del bloque Encuentro Federal, que alberga desde las bancas del socialismo santafesino hasta republicanos bonaerenses, cuyos votos pueden funcionar como filtro en la Cámara baja, advirtió a sus pares que si que firme el veto de Milei, el tema estallará en la Justicia. “Ahora empieza un proceso judicializador que es todo perdedor porque el Estado va a tener que afrontar una enorme cantidad de juicios”, alertó.
Sin dejar su permanente perfil de negociador a varias bandas, Pichetto sugirió que el gobierno de La Libertad Avanza debería haber adoptado una “fórmula polinómica” que combine para la actualización de haberes el costo de vida y la variación salarial, reconociendo la pérdida que tuvieron los jubilados en el mes de enero por la inflación del 20,5%.
“Este decreto no cumple con estos requisitos y lógicamente el mundo judicial se va a poner en marcha, donde las Cámaras previsionales funcionan en línea con los reclamos de los jubilados y además la Corte que ha tenido presidentes muy favorables a los jubilados”, recordó Pichetto.
Y apuntó que el presidente “podría haber hecho un veto parcial, que hubiera sido razonable”, pero decidió otro camino para «inmolarse» por la causa del equilibrio fiscal.
“Los números que se vierten son exorbitantes y no se condicen con la realidad”, aclaró en referencia al jefe del Estado, y se lamentó por haber “perdido una oportunidad de encauzar este tema de una manera más razonable y evitar mayores perjuicios en el futuro”.
Pichetto ratificó que Encuentro Federal insistirá en la votación a favor de la ley de Movilidad Jubilatoria para “ser coherentes” con lo que en el bloque habían votado en junio pasado, y aclaró que este posicionamiento “de ninguna manera” surge “de la mente de un degenerado fiscal”, como fustigó Milei en los discursos en la Bolsa de Rosario y en una convención de ejecutivos en Mendoza. En sus alocuciones mensuró el costo del aumento –exiguo– a Jubilados en 370 mil millones de dólares, y sostuvo que iba a implicar la ruina del país y la condena de varias generaciones a la pobreza.