Al menos 10 personas murieron y 90 están desaparecidas en el sureste del estado australiano de Queensland.
La masa de agua producto de las lluvias avanza a través del río Brisbane y embiste a la capital del mismo nombre. En esa ciudad, la tercera del país, con 2 millones de habitantes, están amenazadas unas 9 mil viviendas, mientras 6 mil personas ya fueron evacuadas.
El recuento oficial habla de diez muertos confirmados, pero organismos de socorro elevan el número a 30 debido a que muchos cuerpos arrastrados por las aguas no pudieron ser recuperados.