El nivel máximo de la crecida se alcanzó en la mañana de hoy martes y los servicios de rescate suponen que a partir de ahora el agua retrocederá lentamente.
Horsham, en el estado de Victoria, no había sufrido inundaciones tan graves en más de cien años. La ciudad, que se encuentra a mitad de camino entre Melbourne y Adelaida, tiene 14.000 habitantes.
Mientras, en Warracknabeal, en el noroeste del estado, se desató la alarma por inundaciones. En la ciudad, a unos 300 kilómetros al noroeste de Melbourne, 2.500 personas tuvieron que ser desalojadas tras la crecida peligrosa del río Yarriambiack.
Más de 50 localidades están amenazadas en el estado, como Quantong, Jeparit o Kerang, con casi 4.000 habitantes, donde el agua podría acabar con el tendido eléctrico.
Tras las graves inundaciones en Queensland y la costa noreste del país, que desataron la peor catástrofe natural de la historia de Australia, el agua sube ahora en el sureste.