Los bares de Viena estaban en la noche de este lunes repletos de gente que aprovechaba las últimas horas de esparcimiento público antes de un nuevo confinamiento para contener la segunda ola de la pandemia cuando ocurrió lo menos pensado: al menos cinco personas murieron y otras 17 resultaron heridas –siete de ellas de suma gravedad– en la capital de Austria por seis ataques armados coordinados ejecutados con armas largas por al menos cuatro personas, una de las cuales fue abatida por la policía. El canciller austriaco, Sebastian Kurz, consideró la acción ocurrida en seis puntos diferentes de la ciudad como un «repulsivo ataque terrorista».
La serie de ataques comenzó alrededor de las 20 hora local cerca de la sinagoga Seitenstettengasse, en el casco antiguo de la ciudad. Varios hombres fuertemente armados abrieron fuego contra las personas que se encontraban en cafés y restaurantes, horas antes de la aplicación de las nuevas restricciones por coronavirus.
El ministro del Interior, Karl Nehammer, describió al agresor muerto como un simpatizante del autodenominado grupo Estado Islámico.
El semanario Falter publicó que el atacante abatido era nacido en Austria en 2000, hijo de inmigrantes albaneses de Macedonia del Norte. Fue identificado a primera hora de este martes, después de que unidades especializadas en desactivación de bombas confirmaran que el cinturón con aparentes explosivos que llevaba consigo era falso. Además de las armas automáticas, portaba un machete.
El diario alemán Bild, por su parte, informó que el joven había anunciado el atentado el mismo lunes en Instagram. Los ataques, sin embargo, no fueron reivindicados por ninguna organización.
En la madrugada de este martes, la policía irrumpió en la vivienda vienesa del atacante muerto y detuvo a varias personas de su entorno. Hubo otras dos aprensiones en la ciudad de Sankt Pölten, a unos 60 kilómetros de Viena. Unidades de agentes especiales registraron otras dos viviendas en esa ciudad, capital del Estado federado de Baja Austria.
El agresor caído bajo las balas policiales fue identificado como Fejzulai Kujtim. El 25 de abril de 2019 había sido condenado a prisión por intentar viajar a Siria para unirse al grupo terrorista Estado Islámico, pero salió de la cárcel con libertad condicional el pasado 5 de diciembre.
Este martes, la capital austríaca lucía colmada de agentes de seguridad. Un fuerte despliegue, con 250 comandos de los cuerpos especiales, agentes antiterroristas y cientos de policías apoyados por helicópteros rastreaban el centro de la ciudad en busca de otros posibles implicados en los atentados.
La operación incluye el control de las fronteras de Austria, y se activaron las fuerzas especiales del Ejército, los Jagdkommando, para custodiar los edificios públicos de Viena.