Los trabajadores del transporte público vienen siendo blanco del recrudecimiento de la violencia que se vive en el último tiempo en la ciudad. En tres meses, asesinaron a dos choferes, César Roldán y Macos Daloia, en ataques a la azar que buscan confrontar a las autoridades, con la ciudadanía en el medio, y se suman a los homicidios de los taxistas Héctor Figueroa y Diego Celentano, y del playero Bruno Bussanich en las mismas circunstancias. Todo esto en un contexto donde continuaron las intimidaciones hacia estos trabajadores con mensajes, disparos y ataques a los colectivos. Por este motivo cuando personal de la Brigada Motorizada rodeó este jueves a las 14 al colectivo 110 en la parada de Urquiza y Paraguay, las personas que estaban en la zona se estremecieron en lo que parecía un nuevo amedrentamiento mafioso.
Con el correr de los minutos se conoció por voceros oficiales que el chofer había sido amenazado, pero no dentro de esas circunstancias sino como violento derrape de una discusión de tránsito con un automovilista.
Las primeras declaraciones dieron cuenta que uno de los protagonistas encerró a otro, se recriminaron la maniobra por lo que comenzaron un altercado que subió de tono hasta que el colectivero terminó alertando al 911 y denunció la amenaza del conductor, detallaron las fuentes policiales.
El caso quedó a cargo del fiscal de la Unidad de Flagrancia en turno.