La Defensoría del Pueblo de Rosario recibió más de un centenar de presentaciones en los últimos meses sobre multas de tránsito labradas en la autopista Rosario-Buenos Aires, a la altura de Fighiera, por automovilistas que superaron los 120 kilómetros por hora. Desde el organismo de contralor estatal se encargaron de advertir a los ciudadanos que, en el tramo que separa las ciudades de Rosario y Campana –situada al nordeste de la provincia de Buenos Aires–, el límite de la velocidad establecida es justamente de 120 kilómetros por hora, y quienes circulen a mayor velocidad serán pasibles de infracción.
Si bien la ley nacional establece como límite de velocidad en autopistas los 130 kilómetros por hora, la cuestión es que Vialidad Nacional fijó como límite máximo para el tramo Rosario-Campana los 120 kilómetros por hora, debido a los altos índices de siniestralidad y el alto flujo de tránsito.
En ese sentido, la sede Rosario de la Defensoría del Pueblo recibió desde enero pasado 123 presentaciones por multas en ese tramo. A eso hay que sumarles otras quejas recibidas en la delegación de la localidad de Villa Constitución, al sur de la provincia de Santa Fe.
El director de Gestión de Sistemas Técnicos y Administrativos de la Agencia Provincial de Seguridad Vial, Hernán Matich, explicó a El Ciudadano que en varias ocasiones Vialidad Nacional fija velocidades menores a las genéricas por determinadas circunstancias como, por ejemplo, si hay urbanización o la densidad del tránsito es compleja, entre otras cuestiones.
“La señalización del radar en la autopista Rosario-Campana está y hay carteles que lo indican. Pero siempre está la costumbre de determinados conductores de no verificar la señalización. Aquellos usuarios que hayan recibido las presunciones de actas de infracción podrán ir al juzgado y corroborar que está la señalización del radar”, detalló el funcionario.
Matich subrayó que la velocidad en las rutas y autopistas es una de las causales que siempre está presente en los siniestros viales, en mayor o menor medida, y agregó que en los siniestros más graves “siempre se destaca el componente de velocidad”.
“Sabemos que falta infraestructura vial, por eso debemos extremar las medidas de precaución. En la ruta Rosario-Santa Fe hay seis radares. Entre los años 2013, 2014 y 2015 se redujo a un 50 por ciento la siniestralidad con víctimas fatales; eso significa que influyeron los controles de velocidad”, destacó.
Más adelante, el funcionario recalcó que los que recibieron la infracción podrán efectuar los descargos ante juzgados y estará a disposición para informar a la población con respecto a las políticas de control.
“Los radares están verificados por el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (Inti), y las notificaciones de infracciones se realizan de forma certificada. Estamos muy seguros de todos los procedimientos. De todas maneras siempre está la posibilidad de hacer un descargo ante el juez cuando sean citados”, añadió.
El director de Gestión de Sistemas Técnicos y Administrativos de la Agencia Provincial de Seguridad Vial especificó que donde hay un alto flujo de tránsito siempre habrá más infractores, y advirtió que hay que lograr un cambio de hábito a partir de una política de control sostenida.
“La provincia realiza muchas acciones de control. Hay varias conductas que son las más significativas, como por ejemplo el exceso de velocidad, el alcohol en sangre, la falta de dispositivos de seguridad como el cinturón y el uso del casco y los adelantamientos indebidos, entre otros casos. Actualmente estamos en un período de cosecha gruesa y hay muchos camiones circulando; eso significa mayor complejidad en el tránsito. Nuestro deber es realizar acciones preventivas y generar cambios de hábito en los conductores”, concluyó.
