Las autoridades rusas admitieron hoy errores en las devastadoras inundaciones del pasado fin de semana en el sur del país que costaron la vida a más de 170 personas.
El ministro ruso de Protección Civil, Vladimir Puchkov, reconoció que no se alertó a toda la población y tampoco se hizo según el protocolo, informó la agencia de noticias Interfax, según despacho de DPA.
«Por parte de los dirigentes locales así como por parte de los departamentos (correspondientes) se han reconocido errores», afirmó Puchkov.
Las peores inundaciones registradas en años en Rusia dejaron a más de 200.000 damnificados en la región de Krasnodar, una zona a orillas del mar Negro frecuentada durante las vacaciones. Miles de personas se movilizaron durante el fin de semana para ayudar a las víctimas.
El Kremlin declaró para hoy una jornada de duelo nacional y en todo el país, la televisión y los centros culturales cancelarán sus programas de entretenimiento. a ciudad más afectada por la crecida de las aguas es la de Krimsk, con unos 60.000 habitantes.
Las autoridades estudian en qué medida la apertura de la compuerta de un embalse contribuyó a la catástrofe.