Después de más de un año de lucha en reclamo de sueldos adeudados y por la continuidad laboral, como también de reiteradas denuncias por el vaciamiento financiero de la empresa y falta de maquinarias, la metalúrgica Alloco reabre hoy sus puertas. En principio, los empleados de la firma radicada en Villa Gobernador Gálvez y dedicada a la producción de equipos para la industria aceitera, percibirán por un tiempo determinado un sueldo promedio de 3 mil pesos y realizarán jornadas de seis horas.
A mediados de febrero el juez en lo Civil y Comercial Marcelo Bergia dictó la quiebra de la firma, mientras que la semana pasada dispuso que un monto aproximado de 600 mil pesos fuera destinado para solventar el pago de los sueldos de los trabajadores por un lapso de cuatro meses.
Tras conocer el fallo del magistrado a comienzos del año, los empleados barajaron varias posibilidades, una de ellas la de constituirse como cooperativa y la otra, conseguir un inversor para reactivar la empresa. No obstante, la Justicia dictaminó que la fábrica reabra sus puertas hoy dentro del proceso de quiebra.
“Como último recurso está el de formar una cooperativa de trabajo, pero igual ya presentamos los papeles para eso. Por ahora el juez dispuso que trabajemos en estas condiciones. A nada, esto es muchísimo, es bueno”, sostuvo Leo Vallejos, uno de los empleados.
El trabajador también explicó que, de acuerdo con el dictamen del magistrado que entiende en la quiebra, los aproximadamente noventa empleados de la fábrica percibirán un sueldo estimado de 3 mil pesos cada uno.
“Nosotros le vamos a volver a poner el pecho a la situación y esperamos que a fin de año podamos cobrar el ciento por ciento del sueldo y que podamos trabajar nueve horas”, enfatizó Vallejos.
Primeros pasos
Debido a los conflictos legales y laborales suscitados en la firma, Alloco lleva casi un año de inactividad, por lo que sus empleados saben que el de hoy es el inicio de un largo camino en el que deben buscar nuevamente clientes para reactivar el circuito productivo y comercial.
No obstante, indicaron que pese a las carencias económicas de la empresa, que derivaron en falta de insumos y de algunas maquinarias, la idea es comenzar con la reparación y mantenimiento de equipos.
“Es por ahora nuestro caballito de batalla”, concluyó Vallejos.
