La Asamblea General de la ONU aprobó ayer por una abrumadora mayoría de votos el reconocimiento a Palestina como “Estado observador no miembro”, dando así una importante victoria diplomática al presidente de la Autoridad Palestina Mahmud Abbas pese a la férrea oposición de Israel y Estados Unidos.
La votación de los 193 miembros de la Asamblea logró 138 votos a favor, nueve en contra y 41 abstenciones para habilitar a los palestinos a integrarse a las agencias de la ONU y firmar tratados internacionales.
La votación no supone la admisión de Palestina como miembro de pleno derecho de la ONU, un paso que corresponde al Consejo de Seguridad, ni tiene consecuencias inmediatas en cuanto a la creación efectiva de un Estado. Pero da a los palestinos renovada legitimidad en su lucha contra la ocupación y llama la atención mundial sobre la urgente necesidad de poner fin a un problema que explica en gran medida el clima permanente de inestabilidad y violencia en Medio Oriente.
En tanto, decenas de miles de palestinos celebraron en las calles de Cisjordania y la Franja de Gaza.
Los manifestantes ondearon banderas coloradas, negras y verdes palestinas y portaron fotos de Abbas durante los festejos y celebraciones en las principales ciudades cisjordanas y en Ciudad de Gaza desde horas antes de la esperada aprobación de la solicitud en la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Al igual que en Cisjordania, la mayoría de los que salieron a la calle en Gaza eran seguidores de Fatah, el partido de Abbas, en el mayor despliegue público de esta facción desde que el movimiento islamista Hamas tomó el poder en la franja en 2007 y echó a Cisjordania a los miembros de la agrupación del presidente.
El presidente Abbas había llamado a la ONU a firmar el “certificado de nacimiento” de un Estado palestino, y había admitido que el reconocimiento de Naciones Unidos es la última oportunidad de la paz con Israel.
Abbas recibió una ovación de pie al inicio y al finalizar su discurso de 22 minutos ante la Asamblea General. Abbas dijo ante la Asamblea General que quiere dar “nueva vida” a los esfuerzos para alcanzar un acuerdo con Israel pero que los miembros de la ONU deben “dar un certificado de nacimiento a la realidad del Estado palestino”.
Estados Unidos e Israel se opusieron frontalmente a la propuesta. El embajador de Israel ante la ONU, Ron Prosor, calificó el proyecto de ser “tan unilateral que no hace avanzar la paz, la hace retroceder”.