La Cámara Penal avaló la condena a 12 años de prisión dictada por el Juzgado de Sentencia de la 1ª Nominación contra un hombre que se desempeñaba como custodio de un supermercado chino y mató a un joven luego de un incidente en el que lo acusó de robarse una bolsa con carne. El hecho tuvo lugar en junio de 2010 y la muerte enardeció a los vecinos de barrio Las Flores, que arremetieron contra el local y un vehículo estacionado en la puerta al que creyeron propiedad del vigilador. Ahora, el acusado deberá purgar la pena impuesta por homicidio agravado por el empleo de arma de fuego de Ángel Emmanuel Carrizo, a lo que se sumó el delito de portación ilegítima de arma de guerra y encubrimiento agravado por el ánimo de lucro. En aquella oportunidad un vecino afirmó que “el custodio le arruinó la vida a todos: a los chinos, a la familia del Ema y la suya propia”.
El 17 de junio de 2010, Juan Eduardo Mendoza, de 36 años, se desempeñaba como vigilador privado del supermercado chino ubicado en España al 6300 de barrio Las Flores. Cerca de las 20.30 Ángel Carrizo, de 20, ingresó junto a su pareja y su pequeño hijo.
Según algunos testimonios, Mendoza observó al “Ema”, como se conocía a la víctima en el barrio, guardar una bolsa de carne entre sus ropas, lo que generó una discusión entre los hombres. Carrizo fue echado a bastonazos y empujones del lugar, por lo que el muchacho tomó unos ladrillos que arrojó contra el portón del local e ingresó para retirar su moto (que había quedado en el garage del comercio). Cuando salió a bordo del rodado recibió dos disparos en la espalda y falleció prácticamente en el acto.
El hecho generó una pueblada de la que participaron allegados y vecinos que saquearon el negocio. La ira de los manifestantes también quedó plasmada en el incendio de un vehículo que había en la puerta del comercio. Según fuentes policiales, el custodio –que se escondió en el súper luego del hecho– dijo que disparó varios tiros al aire para amedrentar a un ladrón a quien vio caer en una zanja, aunque este argumento no fue convalidado para la Justicia durante el trámite de la causa.
El acusado fue condenado por el Juzgado de Sentencia 1ª a la pena de 12 años de cárcel pero su defensa cuestionó el fallo. La revisión quedó a cargo de la Sala 3ª de la Cámara Penal donde los magistrados Otto Crippa García, Ernesto Pangia y Carina Luratti confirmaron la pena impuesta. Los jueces entendieron que un grupo de testigos respaldó los dichos de la pareja de la víctima que describió la secuencia de los hechos y como el custodio discutió con su marido y le disparó. A la vez que refirieron que Mendoza primero admitió y luego negó ser custodio y estar armado para mejorar su situación procesal. La Sala 3ª desvirtuó la coartada de la presencia de una tercera persona que sostuvo el acusado y un testigo a lo que se sumó el informe de balística que determinó que las cápsulas encontradas en el lugar se corresponden con el arma que el custodio tenía en su poder.
Durante el juicio se determinó también que el vigilador portaba ilegalmente el arma y no pudo probar la adquisición de la pistola 9 milímetros que le fue secuestrada. Con estos argumentos, los integrantes de la Sala 3ª avalaron íntegramente la decisión del juez de sentencia Ismael Manfrín y confirmaron la condena a 12 años de prisión por el crimen de Carrizo.