La mente del poder, serie de thriller psicológico de TNT y Flow protagonizada por Mike Amigorena como un recién asumido presidente de la Nación y por Diego Velázquez como su terapeuta, quienes inesperadamente ingresarán en un oscuro juego de secretos y extorsión, se encuentra a días de finalizar la etapa de rodajes de un «gran proyecto que dará mucho que hablar», y que tiene previsto llegar a las pantallas locales a mediados de año.
Así lo aseguró en declaraciones a Télam y a otros medios nacionales el director y uno de los guionistas de la tira, Mariano Hueter, conocido por su trabajo en El legado, El mundo de Mateo y la reciente El grito de las mariposas, y que ahora se mete una vez más en el formato chico para llevar a la pantalla la creación de los productores Pablo Flores y Nicolás Mellino.
En La mente del poder, Marcos Dorrego (Velázquez) es un psicólogo que se encuentra en una profunda crisis personal a raíz de la muerte de su esposa ocurrida dos años atrás, y que lo llevó a convertirse en un hombre solitario, con tendencias autodestructivas y una mala relación con su hija, Sofía.
Para intentar salir de esa situación, decide purgar su vida laboral y dejar de analizar a uno de sus pacientes más importantes, Víctor Noriega (Amigorena), el nuevo Jefe de Estado que acaba de ocupar el cargo tras presentarse en elecciones como una figura ajena a las estructuras tradicionales de la política nacional.
Sin embargo, los planes de Dorrego se ven alterados cuando otra paciente suya, una misteriosa mujer, le revela que sabe información íntima de su vida y lo amenaza con hacer público un fuerte secreto de su pasado si no consigue persuadir al presidente para que renuncie a su cargo.
Desde ese momento, el terapeuta retomará obligado el tratamiento de Noriega y deberá adentrarse cada vez más en el juego de sospechas e incertidumbre al que fue arrastrado, mientras intenta descifrar quién es en verdad la mujer que lo tiene acorralado y a quién o a qué intereses responde.
A pesar de haber nacido como idea más de cinco años atrás, la coincidencia de la filmación de La mente del poder con las recientes elecciones presidenciales invitan de manera inevitable a trazar paralelismos que el propio Hueter admite como exigentes, ya que la serie de ocho episodios «plantea un tema complejo, como es el manejo del poder en una Argentina como la nuestra».
«Mantener un verosímil pero al mismo tiempo contar una historia profunda y que te atrape dramáticamente es uno de los mayores desafíos. Y al mismo tiempo, intentar que el espectador no te vincule con los partidos políticos o con los políticos que ya conocemos, porque la idea no es hablar de tal o cual político sino contar una historia muy atrapante, un thriller psicológico apasionante, en el contexto de una campaña y un gobierno, pero la política no es su fin principal», explicó el realizador, que también está posproduciendo su primer largometraje, Pensamiento lateral, con actuaciones de la española Itziar Ituño junto a César Bordón y Mauricio Paniagua.
Sobre su participación en el proyecto, comentó que tuvo «la fortuna y la alegría» de sumarse casi desde los inicios tanto en el rol de director como de guionista, una doble función que le resulta «muy importante» porque «es fundamental para poder pensar cómo se van a hacer las escenas, cuán profundo van a ir y cuán compleja va a ser cada una de las situaciones».
«En ese sentido es un doble desafío, porque no sólo pongo mi firma como director sino como autor, entonces cada cosa que se dice me interpela directamente. Por suerte siempre las cartas estuvieron sobre la mesa, el juego fue muy abierto en función de colaborar creativamente. Toda la producción me involucró desde el principio«, agregó sobre la propuesta, que también cuenta con producción y desarrollo de Onceloops Media.
Elena Roger, Rita Cortese, Michel Noher, Eleonora Wexler, Antonia Bengochea y Carla Pandolfi son parte del elenco de figuras que acompañarán a Amigorena y Velázquez, una dupla protagónica «espectacular -dijo Hueter- por el registro actoral que tiene cada uno de ellos»: «Es algo que fuimos confirmando con el hacer de las escenas. Hay un presidente de la Nación alucinante, encarnado por Mike, que lo van a ver de una forma que quizás no es la habitual, y un laburo sobre lo psicológico y sobre la dualidad de las miradas y las preguntas en lo que hace Diego que también es muy interesante», adelantó.
«Yo tengo mucha ambición a nivel calidad con esta serie, que se destaque por su propuesta, su drama, y la verdad que ahora podemos decir que estamos haciendo un producto de una calidad superlativa y de un contenido que va a llamar mucho la atención», concluyó Hueter.