Los proyectos del Departamento Ejecutivo para revitalizar las zonas de peatonales y calles adyacentes ya se están discutiendo desde hace varias semanas en el Concejo Municipal. Se hicieron distintas reuniones y no se descarta que en breve pueda haber avances. Pero igualmente hay sectores de la oposición que cuestionan las propuestas del municipio.
En una reunión virtual que se hizo días atrás en el Palacio Vasallo se profundizaron los cuatro proyectos de ordenanza enviados por la intendencia.
Uno de ellos, propone modificar las alturas de edificación en calle Maipú, desde avenida Pellegrini hasta Urquiza, donde se encuentra emplazado el edificio de la ex Aduana. Otra iniciativa plantea modificar alturas sobre calle San Juan también en la zona céntrica. El tercer expediente refiere a cambios vinculados a construcciones sobre las peatonales San Martín y Córdoba para permitir edificios residenciales u oficinas con el objetivo de mejorar condiciones de habitabilidad en el casco del microcentro; en tanto el último es una propuesta de reconvertir playas de estacionamiento.
Agustina González Cid, la secretaria de Planeamiento municipal, explicó que “la idea es tender a que el centro no sea un lugar de paso para autos” y que los rosarinos no tengan que atravesarlo cuando se dirijan a otros puntos de la ciudad, y así evitar el ruido y otras molestias para quienes vivan, paseen o consuman en esa área.
«Lo más difícil es el estacionamiento, pero dejar el auto estacionado en la calle ya no es sustentable y es algo a resolver”, afirmó, y ejemplificó con la propuesta de implementar cocheras compartida.
Sobre los edificios a construir en el área y para no alentar que los desarrolladores apunten a departamentos de un solo ambiente, dijo: “En términos edilicios no se plantean que sean solo de un ambiente sino que queremos que sean los más mixtos posibles, no solo en el microcentro sino en toda la ciudad”.
Con respecto al espacio público y el presupuesto planificado para mobiliario urbano, indicó que para las peatonales se están proyectando intervenciones que incluyan más vegetación, flores y áreas verdes para contribuir a una mejor habitabilidad. Y también favorecer a la flora y la fauna urbana, además de incorporar bancos para que la gente pueda sentarse a descansar.
Además se refirió a incorporar más iluminación de efectos de ambientación en algunas zonas. «Lo más importante es hacer el centro más atractivo sin obligar ni forzar que la gente quiera vivir ahí. Ese es el desafío”, añadió.
En cuanto a cuáles serán los mecanismos para el fortalecimiento del rol del Estado municipal para gestionar activamente el uso del suelo, consideró: «Con respecto a las viviendas vacantes, queremos que el centro sea sea lo suficientemente atractivo para que la gente quiera vivir ahí. El proyecto de transformación de playas de estacionamiento apunta hacia ahí porque es terreno subutilizado”.
En relación a la inquietud sobre la incorporación de retardadores de aguas y equipamientos urbanos teniendo en cuenta la accesibilidad, afirmó: «Somos muy cuidadosos con respecto a este tema para no generar problemas, siempre estamos atentos a dejar liberados espacios frente a las fachadas o la ocupación de mesas en veredas, por ejemplo, para que las personas no videntes puedan usar el bastón».
Sobre rehabilitar las construcciones ya existentes, señaló que se piensa en edificaciones patrimoniales para uso de viviendas. “Estamos trabajando en muchos proyectos”, afirmó, y también se refirió al casco histórico, área que quedará revitalizada con una mayor afluencia de personas.
Críticas opositoras
Lo cierto es que el proyecto viene siendo cuestionado desde algunos sectores de la oposición.
El edil del PJ Eduardo Toniolli sostuvo que también deben darse otros debates en simultáneo respecto de temas que están directamente ligados a lo que, consideran desde su bloque, son centrales para discutir una revitalización del centro rosarino.
“Se puede pensar en un mecanismo de generación de incentivos para la radicación de comercios y de opciones de gastronomía. Hay que generar condiciones para que no suceda algo que pasa desde antes de la pandemia: a las 19, el centro ya está muerto”, expresó.
Tras ello, sumó: “Nos quedó claro que el Ejecutivo, por lo menos según lo que explicitó, es que después vendría una batería de iniciativas ligadas a la actividad comercial, la movilidad y otros aspectos que hacen al abordaje de la cuestión del centro”.
El edil argumentó que los cambios que se proyecten en el microcentro deben trazarse desde una “integralidad” y que deben atenderse diversas zonas especiales que ellos denominaron “áreas muertas”, en referencia a “las dos últimas cuadras de la peatonal Córdoba, entre San Martín y Laprida; las galerías y sus entornos, la plaza Montenegro”.
“Queremos que expliquen estas iniciativas que vendrían para que se discutan en otras comisiones. Sería lógico discutir esos proyectos a la luz de cuál es la integralidad que se busca. Los tiempos deberían estar interrelacionados”, concluyó.
