El árbitro Yamil Possi denunció que una empleada de Almagro intentó sobornarlo antes del clásico con Estudiantes de Caseros, que terminó empatado sin goles el sábado pasado, por la séptima fecha de la Primera B Metropolitana.
Julián Romeo, presidente del club de José Ingenieros, confirmó este lunes el hecho, que calificó como «grave» y al que prometió darle «absoluta seriedad» con la intención de «investigar» lo sucedido.
El dirigente, en diálogo con la señal de deportes TyC Sports, se mostró «sorprendidísimo» por el episodio, que el propio árbitro le reveló el sábado después del partido y que trascendió antes que Possi presente el informe oficial del caso en la Asociación del Fútbol Argentino (AFA).
«Parece una broma de mal gusto. Es algo grave, pero también ridículo por la forma como se dieron las cosas según el árbitro. Cuando terminó el partido, me dijeron que quería hablar conmigo -relató-. Entonces me dijo que un mujer, que es contratada por Almagro para cada partido de local, ingresó al vestuario y le ofreció $ 5.000 para favorecer a nuestro club, delante de los dos asistentes y el cuarto árbitro».
Romeo explicó que esa persona trabaja en el club «desde hace cuatro o cinco años» y forma parte de «un servicio de seguridad» en la zona de los vestuarios, por lo que suele manejarse «con confianza» con todos los jueces.
«Lo que pasó es algo grave pero a la vez ridículo, porque no deja de ser una cifra insólita y un escenario insólito. Nadie que se proponga hacer una cosa como esta puede llevarlo a cabo de esa manera», consideró el presidente del Almagro, quien no pudo hablar con la mujer apuntada antes que abandonara la cancha tras el partido con Estudiantes.
«Le daremos seriedad al tema y trataremos de investigar lo que pasó, haciendo el descargo pertinente en AFA», concluyó el dirigente.
