El Tribunal Regional de Murmansk, que ayer rechazó el pedido de libertad bajo fianza del activista argentino de Greenpeace Hernán Pérez Orsi, cambió a “vandalismo” la acusación que en principio era de “piratería” para los detenidos por el intento de abordaje de una plataforma de exploración petrolera del consorcio Gazprom, que opera en el mar, de Barents para protestar por la explotación de hidrocarburos en el Ártico.
La acusación por “piratería en grupo organizado” hubiera significado una pena máxima de quince años de prisión mientras que la de vandalismo tiene un tope de siete años.
Rusia acusó de piratería a inicios de este mes a los treinta tripulantes del barco de Greenpeace Arctic Sunrise luego de que intentaran escalar la plataforma petrolera estatal en protesta por perforaciones petroleras en el Ártico.
Cuatro rusos y veintiséis extranjeros, entre ellos los argentinos Camila Speziale y Hernán Pérez Orsi, fueron encarcelados luego de que los guardacostas llevaron el barco a la norteña ciudad de Murmansk, donde les están rechazando los pedidos de excarcelación hasta tanto comience el juicio, el 24 de noviembre próximo.
“No he hecho nada malo. Sólo quiero volver a casa, estar con mi familia y abrazar a mi hija”, afirmó el marplatense Pérez Orsi durante la audiencia de ayer y remarcó: “No tengo ninguna intención de escapar de la investigación”.