El municipio intimó a una agencia de publicidad y al consorcio de un edificio céntrico a bajar una cartelería de Uber porque la normativa actual le prohíbe operar en la ciudad. El anuncio, de amplias dimensiones, apareció a principios de diciembre en el lateral de un edificio ubicado en San Juan y Corrientes. Con una imagen del Monumento Nacional a la Bandera, la aplicación de celular que conecta choferes con pasajeros declaraba su intención de desembarcar en la ciudad. A mediados de diciembre, la Dirección General de Inspección notificó a los responsables y multó a la agencia, que esta semana quitó el cartel.
“Uber no está legitimado en Rosario. Que publiciten por fuera de la normativa es preocupante”, dijo a El Ciudadano Eduardo Pascucci, director general de inspección.
Ilegal
A mediados de año, la aplicación de celular que conecta choferes particulares con pasajeros anunció que Rosario era una de las 10 ciudades elegidas para operar. Fue creada en Estados Unidos en 2009 y en el país sólo funciona en Mendoza. Bajo la promesa de precios más bajos que las tarifas de taxis y remises públicos, lanzó una convocatoria para que los conductores particulares puedan anotarse y participar como choferes de la plataforma. Según señalaron, cerca de 3 mil anotados fueron de Rosario.
El anuncio no fue bien recibido por los titulares y choferes de taxis que ven en la aplicación una forma de explotación laboral y de competencia desleal. En el mismo sentido, concejales y funcionarios municipales se manifestaron en contra porque la propuesta no cumple con los requisitos establecidos en la normativa para el funcionamiento del servicio público de pasajeros.
La concejala radical María Eugenia Schmuck presentó un proyecto de ordenanza para regular las aplicaciones utilizadas para el servicio de transporte de pasajeros como Uber y Easy Taxi, pero no llegó a ser tratada en el recinto.
Sin embargo, la firma multinacional no descartó sus expectativas de operar en la ciudad y a principios de diciembre volvió a la carga. Dejó de manifiesto sus intenciones en un cartel de grandes dimensiones que encargó a una agencia de publicidad y colgó en uno de los laterales de un edificio de San Juan 1434. “Rosario, queremos llegar a tu ciudad”, dice la carcelería en letras blancas sobre el fondo del Monumento Nacional a la Bandera.
Cuando los inspectores de Control y Convivencia lo vieron pidieron que lo retiren. El 13 de diciembre notificaron al consorcio del edificio y a la agencia para que lo bajaran en dos días. Con el aviso, la empresa recibió una multa, dictada por el Tribunal Municipal de Faltas, por publicitar un servicio que no está reglamentado en la ciudad. La agencia cumplió el pedido y el cartel fue descolgado del edificio. Según explicó el director del área, actuaron de oficio al momento de enterarse de la situación. Dijo que es la primera vez que pasa algo semejante en la ciudad y mencionó que lo más parecido es cuando un local habilitado como autoservicio se promociona como supermercado.
“Valoramos el compromiso de la agencia que probablemente no sabía que no podía publicitar el servicio y tras ser notificada lo quitó”, agregó el funcionario y destacó la rapidez con la que actuó el equipo que durante este año removió 200 carteles de publicidades en desuso.
Cuestionado
El Concejo municipal sumó su crítica a la cartelería. En la última y maratónica sesión extraordinaria aprobó un pedido al Ejecutivo para que accione y retire el cartel. Días atrás la comisión de servicios públicos se había reunido con un grupo de taxistas y remiseros que le habían pedido intervención.
“No puede haber propaganda de un servicio que es ilegal en la ciudad y no responde a la normativa vigente”, dijo el edil Eduardo Toniolli a El Ciudadano.
Para el concejal del bloque Justicialista, que integra la comisión, la llegada de Uber podría poner en jaque el monopolio del Estado en la concesión de los servicios. “Quieren reclutar clientes y choferes para prestar un servicio ilegal. Puede derivar en la destrucción del servicio público de taxis, remises y colectivos. Es prioritario que el Estado lo impida. No hay una sola remisería ilegal que tenga ese cartel”, explicó Toniolli.
“Tienen un gran poder económico que les permite actuar en la ilegalidad y jactarse de eso. Si la empresa tiene una posición dominante, destruye a la competencia y va a iniciar sus propias reglas. Es importante la intervención del Estado porque el servicio público es esencial y tiene que garantizar las tarifas y la prestación de servicios y licencias”, agregó.
No fue la primera
A fines de noviembre, los taxistas habían denunciado a la aplicación después que la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) anunciara que Uber iba a ser espónsor de la selección. El acuerdo lo firmaron en Mendoza, la única provincia del país en la que la compañía fue habilitada para operar. Uber tendrá el logo en la camiseta y estará en las redes sociales oficiales de la AFA.
Para el representante de los taxistas independientes de Rosario, Mario Cesca, Uber es parte de las políticas de precarización laboral del gobierno de Cambiemos. Y recordó que los titulares están obligados a tener los choferes en relación de dependencia cumpliendo con el convenio colectivo de trabajo, y con requisitos para sacar el carné y poner en funcionamiento los autos.