Una nutrida movilización de la que participaron más de 20 organizaciones sociales y barriales marchó ayer por el centro para manifestar su rotundo repudio al avance de un proyecto de ley que busca bajar la edad de punibilidad en menores en conflicto con la ley penal. Bajo el nombre de “Asamblea por los Derechos de la Niñez y Juventud”, agrupaciones territoriales, sindicales, de derechos humanos, culturales, estudiantiles y políticas exigieron la plena aplicación del sistema de Promoción Integral de los Derechos del Niño, que se deje de criminalizar a los menores y que se cierre el Irar, entre otros puntos. La concentración tuvo lugar a las 17 en plaza Pringles (Córdoba y Paraguay) y luego se marchó hasta el Monumento a la Bandera, donde se realizó un masivo acto, con la lectura de un documento conjunto y un final a toda música, con Farolitos y La Semilla.
“Nos congregamos para manifestar nuestro rechazo absoluto al proyecto que busca bajar la edad de punibilidad. Es una falsa solución, un planteo oportunista que surge en la coyuntura preelectoral, y que en caso de implementarse no reducirá los índices de delitos violentos. La estadística de menores que delinquen es ínfima”, dijo Juliana Girolimo, del Frente Popular Darío Santillán.
“El Estado argentino tiene la obligación de no bajar los estándares de derechos humanos y debe garantizar la protección integral de los niños”, agregó, en vez de “legitimar el encierro de menores y leer la juventud en una clave penal”.
El Irar no srive
Luz Olazagoitia de la organización territorial Causa y Efecto, de Villa Banana, dijo que bajar la edad de punibilidad de 16 a 14 años no va a incidir sobre los índices de inseguridad, y que mandar a los chicos al Irar no ayuda a nadie. En ese sentido recordó que este año se suicidaron dos menores en sus celdas, que el 80% de quienes son enviados a la cárcel llegan torturados por la Policía y que este tipo de políticas que propone el Estado solo busca reprimir y castigar.
En la misma línea se manifestó Romina Ravelli, integrante de Marea Popular, quien resaltó que bajar la edad de punibilidad no es una solución y se va a seguir criminalizando. Al respecto sostuvo que los pibes de barrios carenciados deben tener acceso a la educación y sus padres al trabajo. La falta de espacios recreativos y de futuro los deja a merced de los nacos porque “el sistema mismo les demanda consumo y no tiene poder adquisitivo” por lo que quedan en manos de los narcos que no le dejan sentir tanto la exclusión.
Bichito, un joven que participa en una revista “Tierra de alguien” de barrio Ludueña, dijo que “los pibes son la magia hecha realidad. Y somos nosotros, los adultos, los magos que los hacemos desaparecer”.
Mayor inclusión social
Además del rechazo a la baja de imputabilidad, en la marcha se pidió “que se deje de criminalizar a la niñez; que se declare la Emergencia en Niñez y Juventud; mayor inclusión social para la seguridad de nuestros pibes; la plena aplicación del Sistema de Promoción y Protección Integral de los Derechos del Niño y la Niña; prioridad en la asignación presupuestaria para políticas públicas en materia de niñez, adolescencia y Juventud; justicia por todos los adolescentes víctimas de la violencia institucional y el narcotráfico; el cierre del Irar; el fin de los casos de gatillo fácil y de la presencia corrupta de la policía en los barrios y el desprocesamiento de más de 100 jóvenes víctimas del trabajo esclavo y la trata en búnkers”.