Al menos tres desconocidos en un auto estacionaron este sábado pasadas las 8 en inmediaciones de una distribuidora de bebidas ubicada en Constitución al 5100. Aún no está claro cuántos se bajaron; lo que los investigadores sí establecieron fue que más de uno disparó contra los empleados y el dueño del local. Tras más de una docena de balazos, uno de los trabajadores, de 27 años, fue asesinado de un tiro en la cabeza mientras que otro, de 47, recibió un impacto en un hombro. Por su parte, el dueño del local, allanado en enero por narcomenudeo, fue blanco de cuatro disparos por la espalda y quedó internado grave. En el lugar, los pesquisas incautaron 15 vainas servidas calibre 9 milímetros, informaron fuentes policiales.
De acuerdo con voceros judiciales y policiales, los atacantes llegaron a la puerta de la distribuidora en un Fiat Toro. Se bajaron y abrieron fuego contra las tres víctimas. Tras descargar más de una docena de disparos, se subieron al Fiat y huyeron a toda velocidad de barrio Plata. Oscar García, dueño de la distribuidora y conocido como Manco o Gitano, quedó malherido con cuatro impactos en la zona dorsal; uno de sus empleados, identificado como Héctor A., de 47, fue alcanzado por un proyectil en el hombro derecho mientras que otro de los trabajadores, Cristian Belis, de 27 años, un plomo lo alcanzó en la cabeza. Los tres fueron trasladados al hospital Roque Sáenz Peña, donde diagnosticaron que Belis había fallecido. En tanto, Héctor quedó internado estable en ese centro de salud mientras que el Manco fue derivado al hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca) donde quedó alojado en la sala de cuidados intensivos en grave estado.
El caso quedó a cargo del fiscal Miguel Moreno, quien solicitó la intervención del Gabinete Criminalístico y de la División de Homicidios de la Policía de Investigaciones (PDI) para la toma de testimonios, relevamiento de cámaras de seguridad y levantamiento de rastros, describieron las fuentes. En el lugar se secuestraron 15 vainas servidas calibre 9 milímetros.
El Manco y las causas
El Manco tuvo algunas menciones en las crónicas policiales y también los investigadores lo tenían en la mira por su estrecha relación con su cuñado, Jorge Alberto Laferrara, quien supo ser socio de andanzas del Viejo Ariel Máximo Cantero, con quien cayó detenido en el año 2000 en Corrientes tras ingresar al país 150 kilos de marihuana.
La última causa del Manco fue en enero, cuando fue imputado como líder de una organización ilícita dedicada a la usurpación de viviendas para la venta. El fiscal Gustavo Ponce Asahad lo señaló como instigador de la balacera contra los ocupantes de una casa ubicada en Savio y bulevar Oroño, donde resultaron heridos un joven de 18 años, una chica de 23 y su hijo de un año y medio. Además, lo acusaron por estafas y defraudación, amenazas agravadas por la finalidad y falsedad ideológica de documento público.
El mismo día de su detención, la distribuidora de bebidas que está en un predio de 10 hectáreas también fue allanada. Este depósito permanece custodiado por un centro de monitoreo con ocho cámaras, confiaron fuentes investigativas hace un tiempo.
El mismo Manco había dicho hacía dos años, en declaraciones públicas, que tenía 32 lentes vigilando su negocio. Fue en el marco de acusaciones cruzadas con el hijo de un albañil que lo señaló como quien había tiroteado a su padre.
El cuñado del Manco
Jorge Alberto Laferrara tiene 57 años y es un conocido de las crónicas policiales por su vinculación con el clan Cantero, primero como socio y luego como enemigo. Por los 150 kilos de marihuana incautados en el 2000 fue condenado a seis años de prisión, mientras que Cantero recibió cuatro años. Tras su reclusión en un penal de Resistencia, Laferrara recuperó la libertad a finales de 2004, aunque no duró mucho en libertad: en los primeros días de 2005 volvió a prisión acusado de una tentativa de homicidio. Tras regresar a la calle quedó enfrentado con Los Monos por el homicidio de un pibe de 15 años que vivía en La Granada, Agustín González. Por este asesinato fue conde-nado a 14 años de prisión. En agosto de 2014, luego de que se convirtiera en fugitivo al no volver de una transitoria, entró a la guardia del Heca en grave estado tras recibir un tiro en el abdomen y otro en la cara. Todos miraron en dirección a Los Monos.
En 2015 volvió a desaparecer hasta el 21 de junio de 2019, cuando fue detenido en un control vehicular en la ruta 18 a la altura de la localidad de Piñero. Iba a bordo de una Toyota Hilux e intentó coimear a los uniformados, según la acusación. En la camioneta también estaba su sobrino Mauricio Laferrara, quien por estos días está prófugo en la causa que tiene a Esteban Alvarado como instigador del secuestro y asesinato del prestamista Lucio Maldonado, ocurrido en noviembre pasado. Alvarado también quedó sindicado por la Justicia como el líder de una asociación ilícita integrada por jefes policiales y civiles para cometer diferentes delitos.
Detienen al Manco, buscado capanga de barrio Plata acusado de asociación ilícita
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