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“Bajo el sol del Rocanrol”, o cómo hacer justicia con un genio de la contracultura argentina

Jorge Pailhé, periodista de Télam, regala esta hermosa crónica de la noche de este martes en el preestreno en el Bafici de "Bajo el sol del Rocanrol"

Por Jorge Pailhé

Este martes 23 –día fundacional y de ruptura en muchos aspectos- se estrenó en el Bafici «Bajo el sol del rocanrol – el universo creativo de Jorge Pistocchi”, un documental que nos acerca a la vida de este personaje a su manera revolucionario y genial que tuvo estrecha relación con el rock argentino de los años 70 en las revistas que fundó y dirigió -Mordisco, Expreso Imaginario y Pan Caliente- y desde cuyas páginas militó igualmente por abrir las cabezas de la época alertando sobre el cambio climático y el virtual crimen sobre la naturaleza que venía cometiendo la humanidad.

De una manera enormemente creativa, con dramatizaciones e imágenes oníricas o no tanto –collages y animaciones incluidas-, la cámara y el montaje que sabiamente dirigieron Monica Simoncini y Omar Neri , de Mascaro Cine, nos meten de cabeza en la vida de Jorge Amadeo Pistocchi , a quien escuchamos con sabias y terminantes sentencias a lo largo de la peli en charla con Jorge Senno, autor de la música y principal “culpable” de que esta idea haya llegado a concretarse con este feliz resultado.

Bueno, si hablamos de los que más pusieron su hombro y su talento para que “Bajo el sol…” sea una hermosa realidad ya mismo mencionemos al enorme Ruben De Leon , excantante de la setentista Banda del Paraíso y coautor y “cómplice” genial de Senno en la creación e interpretación de la banda de sonido del film, rubro en el que también se anotan –con el consiguiente agradecimiento del público- Claudia Puyó, Miguel Cantilo y Enrique Avellaneda Diaz , entre otros.

Pistocchi fue un avanzado, un tipo que veía años hacia adelante lo que a los demás les costaba distinguir, un duende pícaro y provocador que no cedía un centímetro cuando de abrir mentes y animar a nuevas empresas se trataba.

Inquieto y siempre mirando hacia adelante, comenzó en 1973 haciendo una columna en la revista Pelo, donde logró imponer la temática climática –se trataba de un producto editorial solo dedicada a la música, y en especial al rock-, pero al año siguiente ya se dedicó a concretar su primera creación, Mordisco, a la que le siguieron luego la mítica Expreso Imaginario (pagina oficial) y Pan Caliente.

Justamente Pan Caliente, su última creación luego de que Jorge abandonara por decisión propia el Expreso frente a la nueva política editorial impuesta por el inversionista Alberto Ohanian y el ascendente jefe de redacción Roberto Petinatto, tuvo una turbulenta vida desde lo económico, y hasta intentó ser salvada por una importante cantidad de músicos que colaboraron para apoyarla en un mítico festival realizado en la cancha de Excursionistas el 2 de enero de 1982.

Ese festival, último retrato del rock argentino antes de la masificación que tuvo a partir de la guerra de Malvinas apenas cuatro meses después, es recordado en la peli por varias y varios asistentes, mientras se puede apreciar riquísimas imágenes y videos inéditos en los cuales se puede ver sobre el escenario a Los Redondos, Los Abuelos de la Nada, León Gieco – Oficial, Litto Nebbia y Alberto Muñoz, entre muchos otros.

La película recorre con rigurosidad y calidez la etapa de “la Expreso”, símbolo de la contracultura de la época, gracias a los testimonios de enormes creadores como Miguel Grinberg , Pipo Lernoud , Claudio Kleiman , Alfredo Rosso y Resorte Al Hornos , entre otros, más un aporte en off del Negro Horacio Fontova , dibujante y diseñador gráfico de la revista.

Los recuerdos de estos magníficos artistas de la palabra y la música dibujan la personalidad y el carisma de este personaje necesario y vital, cuya personalidad sigue vigente en quienes lo extrañamos (falleció en 2015) y se agiganta con este documental. Se diría que, más que nunca, debemos aprender de él y otros grosos que vemos también en esta peli para enfrentar estos tiempos oscurantistas y perversos.

Pistocchi tranquilamente pudo aparecer en este magnífico filme diciendo la frase que uno le escuchó a Pepe Mujica: “Lo imposible cuesta un poco más”.

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