Plata o plomo. La frase atribuida al colombiano Pablo Escobar y extendida por la serie de Netflix “Narcos” comenzó a aparecer en carteles que acompañan ataques a tiros en Rosario. Una modalidad que fue en aumento en los últimos años y hoy está al tope de la agencia pública como una de las problemáticas más graves que atraviesan los barrios. Los fiscales de la Unidad que investiga estos hechos de abuso de armas y extorsiones hablan de “franquicias” que ejercen violencia con gente bien predispuesta a recibir una remuneración por gatillar. Y esto quedó expuesto este miércoles, con nuevos allanamientos que tuvieron el objetivo de desbaratar a un grupo liderado en forma remota por un interno del penal de Piñero, quien daba órdenes de este tipo a distintos cómplices, entre ellos su pareja, y pedía firmar los carteles con las palabras del traficante caribeño. Además, cinco personas, entre ellas un menor, quedaron detenidas y serán llevadas a audiencia imputativa o indagatoria por asociación ilícita en las próximas horas.
Según fuentes judiciales, dos balaceras consecutivas contra una vivienda de pasillo en Garay al 1200 fueron el origen de esta investigación. Los ataques se cometieron el sábado 22 y el domingo 23 de mayo, y en uno dejaron un cartel con un número de teléfono. Esos hechos no cayeron bien en el vecindario de barrio Hospital. “Se levantó el barrio pidiendo seguridad, 200 vecinos presentaron notas. Además entregaron cámaras de seguridad. Aparentemente, un habitante de ese pasillo debía plata y le mandaron a balear la casa”, dijo una fuente del Ministerio Público de la Acusación.
Por segunda noche consecutiva atacaron a balazos una casa en Garay al 1200… de la escena recogieron más de media docenas de vainas servidas @emergenciasAR
— Alberto Leonardo Delgado (@leodelga2) May 23, 2021
Como consecuencia de los despliegues que se concretaron en las primeras horas de la mañana, efectivos de la Unidad Regional II allanaron domicilios en 24 de septiembre al 100 bis, Necochea al 3500 y Seguí al 100, en barrio Tablada; otro en Corrientes al 3100 de La Lata, Iriondo al 4000 de barrio Alvear; y Gálvez al 500 y 27 de Febrero al 4600 de Villa Banana. Según las fuentes, en esos procedimientos los efectivos secuestraron armas de fuego, proyectiles y material que puede servir en la investigación.
Fuentes policiales revelaron que una de las detenidas es María del Rosario Castello, quien en octubre de 2019 fue imputada por integrar una asociación ilícita cuyo liderazgo los fiscales de Delitos Complejos atribuyeron al convicto René Ungaro. “Tiene a su cargo el «gerenciamiento» de la venta ilegal de números para el acceso a la Unidad Penitenciaria N° 11”, dijeron sobre Castello, quien desde esa audiencia quedó en prisión domiciliaria. Otros nombres del hampa que fueron acusados en esa ocasión fueron el de la fallecida Gringa Ávalos, Sebastián “Teletubi” Acosta y Jésica González, pareja de Claudio “Morocho” Mansilla, uno de los fugados de la cárcel de Piñero, que todavía logra mantenerse prófugo.
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Castello sufrió un intento de homicidio el 16 de julio pasado en su casa de 27 de Febrero al 4600 cuando desde un auto tiraron con una ametralladora. Jorge Ferreira, un albañil de 42 años que estaba levantando un tapial y era ajeno a la disputa, recibió impactos en tórax y hombro, y murió. Castello sufrió un tiro en una pierna. También resultó herida en la cabeza Laura Alicia B., de 40 años, quien también quedó detenida este miércoles. En tanto, el otro detenido allí es un joven de 18 años, hijo de Castello.
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Otros detenidos fueron un mecánico apodado Beto, quien cayó en un taller de reparación heladeras de Necochea al 3500, donde el personal policial secuestró una pistola 9 milímetros, un revólver calibre 38 y proyectiles. “Es quien guardaba armas y les hacía mantenimiento”, aseguró una fuente de la investigación.
El fiscal Federico Rébola le atribuye formar parte de un entramado delictivo cuyas directivas partían de la celda de Luciano Ramón Bogado, alias Lucho o Luchito, de 31 años. Su celda del pabellón 8 de Piñero fue requisada este miércoles y secuestraron un teléfono. Allí desde 2018 purga condena de 18 años por el crimen de Roberto Álvarez, cometido en abril de 2015 en barrio Tablada, en un contexto de violencia narcocriminal. Hoy lo ubican como un hombre ligado a la banda Los Monos.
Bogado es pareja de Castello, aseguraron fuentes del caso, e iba a casarse por civil este mismo miércoles a las 9.30 en el Centro Municipal de Distrito Sudoeste. La boda no pudo concretarse porque los novios fueron allanados.
“Hay escuchas en las que Bogado le cuenta a alguien que todas las notas que decían «Plata o plomo» eran de él”, confió un investigador.
El quinto detenido es un hermano de Bogado, menor de edad. “Salió ayer de estar en el Centro Especializado de Responsabilidad Penal Juvenil (ex Irar) y estaba en la casa de la abuela”, mencionó un vocero. Ahora quedó bajo la tutela del Juzgado de Menores, que prevé indagarlo. La sospecha es que recibía órdenes de perpetrar los ataques, y las cumplía.