El domingo a la noche, un chico de 17 años y un hombre de 46 entraron baleados a distintos hospitales de la ciudad. Al tomarles declaración, el menor dijo que no vio quién le disparó, y el mayor que lo habían atacado en un robo. Un detalle llamó la atención de los investigadores: ambos situaron la agresión en la misma esquina de Tablada, por lo que la Fiscalía decidió allanar los domicilios de las víctimas, ubicados en el mismo barrio de zona sur. En las dos viviendas encontraron armas de fuego. Ayer, uno de los hermanos del adolescente fue imputado por tenencia y portación ilegal, además de robo, y le dictaron 60 días de prisión preventiva. En la audiencia, ante el llanto incesante de su padre, dijo que tiene trabajo, estudios secundarios terminados y no posee antecedentes penales. Sobre el arma, explicó que la usa en defensa personal porque tienen problemas con vendedores de droga del barrio, entre los que señaló al hombre de 46 años baleado.
Agustín B., de 23 años, fue imputado ayer por la fiscal Valeria Haurigot por robo calificado por el uso de arma de fuego, tenencia ilegítima y portación de arma. Según explicó la fiscal, el muchacho fue detenido el martes en su casa de Berruti al 3900 en momentos que la Policía de Investigaciones (PDI) allanaba el domicilio, brindado en el hospital por uno de sus hermanos mellizos de 17 años, quien había ingresado con un tiro en el pie, el domingo a la noche. Mientras los pesquisas requisaban la vivienda, el joven entró con una pistola 38 en la cintura y lo detuvieron. La Fiscalía dijo que en la casa secuestraron además dos escopetas, una tumbera que no andaba, una ballesta, municiones, dos máquinas para recargar cartuchos y pólvora y pidió la prisión preventiva por el plazo de ley, que fue aceptada por la jueza Hebe Marcogliese.
Por su parte, Marcelo Darío A., el hombre de 46 años que el domingo a la noche ingresó al hospital con un balazo en el abdomen también fue imputado pero quedó en libertad ya que en su casa de Río Atuel al 4000 encontraron un arma de fuego de uso civil.
Si bien a los hermanos lo acusaron de vender drogas en el barrio delante de las narices de todos, él dijo que el balazo se lo dieron para robarle cuando estaba junto a su pareja.
Su imputación por tenencia ilegal de arma de fuego estuvo a cargo del fiscal Adrián Mac Cormack.