A un mes de la implementación del programa “Te acompaño” anunciado por el Ministerio de Seguridad de la provincia, Sadop Rosario realizó un relevamiento entre docentes de la educación privada para conocer los alcances y el impacto de la medida.
El mismo fue respondido por 428 docentes de diversos establecimientos educativos y aparecieron respuestas contundes: el 100% manifestó que las condiciones de seguridad en torno a las escuelas no cambiaron en el último mes ni en la vida social.
Por otro lado, el 13% manifestó que en el último mes se registraron hechos de balaceras o amenazas en sus escuelas aunque éstos no tuvieron difusión pública: «sigue siendo un nivel alto y nos preocupa lo que sucede después porque las comunidades educativas tardan muchos días en volver a normalizar el dictado de clases», afirmó Martín Lucero, secretario general de Sadop Rosario.
En tanto, un 52.9% manifestó conocer hechos que sucedieron en otras escuelas y que no es donde ellos se desempeñan.
Si bien los hechos de robos o arrebatos a docentes y alumnos en las inmediaciones de los establecimientos que trabajan disminuyeron respecto del relevamiento anterior, el 69.2 respondió que se repiten estas situaciones y un 81.3% conoce hechos que sucedieron en colegios en los que no se desempeñan.
«Vemos los resultados y creemos que el Estado debe dar respuestas más profundas porque hoy tenemos la sensación que estamos muy solos en las escuelas «, afirmó Lucero.
«Lamentablemente no podemos bajar los niveles de preocupación» porque un 84.6 % manifiesta que en las últimas cuatro semanas no hubo patrullaje en torno a la escuela y el 86.1% desconoce la existencia de corredores seguros.
Para el dirigente esta situación da cuenta que a pesar de los compromisos asumidos en la reunión por los ministros de Seguridad y Trabajo, los resultados no fueron los esperados.
«¿Cómo evaluás el programa «Te acompaño» implementado en los últimos 30 días?» era la última pregunta realizada en al consulta. El 58.6% lo consideró un «fracaso» y un 41.4% no tenía formada una opinión, pero ninguno lo consideró exitoso.
«La docencia tiene una voluntad permanente de trabajo para que las escuelas sigan abiertas, pero si las políticas públicas fracasan, vamos a tener algún tipo de coletazo. No vamos a esperar a que le peguen un tiro a alguien», concluyó Martin Lucero.
