En el inicio de la fase 4 de la cuarentena les llegó el turno a los comercios que pudieron abrir sus puertas (con el protocolo sanitario correspondiente) desde el lunes 11 de mayo. Desde la Asociación de Comerciantes de calle San Luis explicaron que la venta fue sólo de un 30 por ciento en el sector mayorista, en comparación a un mes normal. En tanto, desde la Asociación Civil Casco Histórico, aseguraron que la actividad se complicó y fue menos de la esperada por el paro de choferes de colectivos en la ciudad.
El horario de atención de los comercios del centro es de lunes a viernes, 13 a 19, y los sábados de 9 a 14. En los barrios: de 13 a 19, los sábados de 9 a 13 y de 17 a 19. Las autoridades municipales, como medida sanitaria por el distanciamiento social, decidieron que los locales comerciales abran en horario contrapuesto al de los bancos, que es de 8.15 a 13.15.
Sin embargo, los comerciantes mostraron su descontento por el horario establecido para abrir. El único día que pueden abrir en horario matutino son los sábados y éste fue el primero desde el confinamiento: se pudo comprobar el aumento de circulación de personas y también de vehículos.
Afuera de algunos se formaron largas filas, ya que en el interior de los locales solo pueden en general ingresar dos personas. Al mismo tiempo, se reforzaron las medidas de higiene y se notó un altísimo nivel de acatamiento del uso de tapabocas.
Miguel Rucco, presidente de la Asociación de Comerciantes de calle San Luis, contó a El Ciudadano que la venta en el sector minorista fue escasa, y la mayorista (en comparación con un mes normal), sólo rasguñó el 30 por ciento en esta primera semana de apertura.
«La venta mayorista repuntó un poco más que la minorista porque muchos comerciantes no pueden viajar a comprar a Buenos Aires, entonces se están abasteciendo en Rosario», explicó Rucco.
Según analizó el referente del Paseo Comercial de calle San Luis, hoy la prioridad es comer. «Eso se lleva la gran parte del poder adquisitivo de los consumidores», dijo.
El comerciante dijo que los rubros que más se postergan son bazar, regalería y juguetería. En ese marco, Rucco contó que los rubros indumentaria y la línea blanca tuvieron algo más de venta debido al cambio de clima.
«La lencería fue otro de los rubros que se vendió bastante bien. Es decir, los vendedores directos vienen a comprar a calle San Luis», agregó el comerciante.
En referencia a las ventas on line, el representante del centro comercial de calle San Luis explicó que sólo generan alrededor del 10 por ciento.
Rucco dijo que están cumpliendo con todas las medidas de seguridad e higiene y que algunos comerciantes, que tienen varias sucursales, decidieron abrir sólo una boca para no seguir generando más pérdidas.
Rucco destacó el trabajo que viene haciendo la Municipalidad. «Está siempre presente. Hasta me llamó el intendente Pablo Javkin. También tenemos contacto con los secretarios de Gobierno y de Producción», reveló.
Por su parte, Fabio Acosta, representante de la Asociación Civil Casco Histórico, que nuclea a unos 4 mil comercios (desde bulevar Oroño, Pellegrini y el río), dijo que lo positivo en este contexto de cuarentena es que los comercios hayan podido levantar sus persianas.
«Sabíamos que las ventas iban a estar lejos de lo esperado, pero el paro del transporte público nos sacó la mitad de la gente que esperábamos», advirtió Acosta.
El referente del Casco Histórico señaló que los rubros con mayor demanda fueron calzados e indumentaria y remarcó que las ventas alcanzaron aproximadamente un 30 por ciento. Las ventas on line llegan a un promedio, de entre un 5 y un 10 por ciento del total.
«Hay que tener algunas consideraciones, como la de los probadores (que todavía no están permitidos) con las medidas de desinfección correspondientes. El cliente compra la mercadería, se la prueba en la casa y tiene que volver si necesita cambiarlo por algún motivo», lamentó.
Pedidos ya
Acosta también hizo un pedido al Ejecutivo Municipal hasta que vuelvan a funcionar los comercios gastronómicos: «Pedimos que se instalen baños químicos en los puntos neurálgicos de la zona céntrica».
«Por otro lado y de forma provisoria, si en el corto plazo no se levanta el paro de colectivos, necesitamos bajar la apertura de los comercios, de 10 a 17. Perdimos muchas ventas por ese motivo: después de las 17 no queda nadie en el centro», cerró el referente del Casco Histórico.