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Balas en medio de la muerte

La Policía irrumpió en el cortejo fúnebre que acompañaba el cuerpo de Kevin Aguirre, el chico de 16 años asesinado el jueves por la noche, e hirió a 10 personas. El único herido con bala de plomo fue el muchacho que vio el crimen del adolescente.

“El cortejo iba por Junín y en un momento cerca del Distrito Noroeste aparecieron como 15 o 20 patrulleros y se empezaron a escuchar los tiros. Las personas empezaron a bajarse (de autos y colectivos) para ver qué pasaba y ahí corrieron para donde podían. Había chicos, viejitos y muchas mujeres. Micha, primo y testigo del crimen de Kevin (Aguirre), terminó en el Heca por un balazo en el pie, golpeado y con cuatro dedos de la mano quebrados. Y hay más de diez heridos entre balazos de goma y golpes”. Este relato es similar entre todos los que participaron ayer por la mañana del caravana fúnebre que iba al cementerio La Piedad para darle el último adiós al adolescente de 16 años asesinado el jueves pasado en barrio Ludueña. Las fuentes oficiales indicaron que “el operativo” se realizó tras una alerta sobre tiros al aire. Para los vecinos, el blanco era el testigo. Desde el Servicio Público Provincial de la Defensa Penal presentaron un habeas corpus para resguardar a Micha,  el testigo, quien quedó detenido en el Heca e incomunicado. Está acusado por la tenencia de un revólver calibre 22 y fue el único herido con bala de plomo.

Los habitantes de barrio Ludueña están en alerta y tienen miedo. Tras la muerte de Kevin Aguirre, de 16 años, empezó a correr el rumor sobre el destino del testigo del asesinato: “Los que están con la droga adornaron a la Policía para que lo agarren a Micha así no declara. Los tipos lo buscaron toda la madrugada y como no lo encontraron lo agarraron en el cortejo”, remarcó un hombre, quien no quiso brindar su identidad por temor a represalias. Esta versión se suma a la aportada por otras fuentes, quienes aseguraron que en la casa que los vecinos quemaron por la indignación que les produjo el crimen, “se vendía droga y pertenecía a un conocido transero, cuyo familiar está nombrado como acompañante del homicida del adolescente”.

Policía en el cortejo

“Por lo menos una decena de mujeres y chicos fueron tratados en el hospital Carrasco y en el Alberdi, tienen heridas de los perdigones de las balas de goma, también hay enyesadas y con golpes en la cabeza. Fue terrible, nadie entendía nada”, sostuvo  una de las testigos de la emboscada policial.

Todos los integrantes de la caravana ponen énfasis en lo desmedido y extraño que fue el accionar el policial. En las redes sociales se subieron un par de videos que ilustran estas reflexiones. “Si llamaron por disparos al aire, tienen que proteger a las personas del cortejo, no dispararles y pegarles. Es extraño que haya sólo un herido de bala de plomo y sea Micha, el testigo por la muerte de Kevin. Parecía una cacería”, reflexionó una mujer, que participó de la caravana.

Según lo que contaron los allegados, el chico iba en moto y lo policías lo interceptaron cerca del Centro Municipal de Distrito Noroeste, en Provincias Unidas y Junín. Le dispararon en el pie, le pegaron en la cabeza y también le quebraron cuatro dedos de la mano. Cuando la familia, amigos y referentes de organizaciones sociales fueron a la comisaría 12ª a buscarlo, les dijeron que estaba en el Carrasco. Fueron ahí y les informaron que estaba en el Clemente Álvarez. Apenas llegaron al Heca le avisaron a la mamá que no lo podía ver porque estaba incomunicado, pero no les decían por qué. Y la angustia creció porque todos se acordaron de los rumores que corrían por la madrugada.

El resguardo de Micha

A las 11, los familiares se enteraron en el Heca que Micha estaba detenido. La defensa pública puso a disposición al abogado defensor en turno y presentó un habeas corpus para resguardar al joven y también para que se haga una investigación sobre la legalidad tanto de los dichos de los uniformados, como de la detención y de la incautación del arma de fuego. Además, los voceros de la defensa pública hicieron hincapié en lo apremiante de realizar la audiencia por el habeas corpus porque el chico es testigo en una investigación por homicidio.

Parte oficial

Desde el Ministerio Público de la Acusación (MPA) informaron que el parte oficial redactado por la Policía indicó que alrededor de las 10 personal de la Policía Comunitaria solicitó apoyo a los uniformados de la Policía de Acción Táctica (PAT), tras observar que en Junín y Perú había tres jóvenes en moto tirando tiros al aires y que estaban acompañando el cortejo. Los voceros judiciales agregaron que el acta refirió que hubo una persecución y apresaron a los sospechosos, de los cuales uno de ellos era Darío P., de 18 años, testigo del crimen de Kevin. “Tiene una herida en el pie y se le imputará la tenencia de un revólver calibre 22. Las otras dos personas fueron demoradas y luego de tomarle declaración recuperarán la libertad”, explicaron las fuentes oficiales para agregar que en paralelo también se recibieron declaraciones a los testigos sobre el denunciado abuso policial para elevar un informe a la Unidad de Corrupción y Violencia Institucional de la Fiscalía, donde la fiscal Karina Bartocci evaluará el accionar del personal interviniente en el hecho.

En el caso interviene la fiscal de la Unidad de Flagrancia, María de los Ángeles Granato, en colaboración con fiscal Pablo Pinto de la Unidad de Homicidios, quien lleva la investigación por el asesinato de Kevin.

Crimen de Kevin

Kevin Aguirre fue asesinado de un disparo por la espalda en la noche del jueves pasado cuando un joven, quien lo había increpado un rato antes, le disparó más de seis veces mientras iba como acompañante en la moto con su primo por Felipe Moré y Humberto Primero, en barrio Ludueña Norte. En la causa hay dos nombres relacionados con el ataque, pero, al cierre de esta edición, no había novedades sobre los autores.

Los pesquisas indicaron que , a las 22 del jueves, Kevin Nicolás Aguirre, de 16 años, estaba con una chica y su primo en una esquina de Ludueña Sur. En ese momento, apareció otro joven, de quien los vecinos dijeron que contaba con salidas transitorias, y comenzó a increpar a Kevin, lo que generó una discusión. El recién llegado se fue y minutos después Kevin se subió a la moto conducida por su primo Darío P., de 18 y conocido como Micha, y se fueron a dar una vuelta.  Los adolescentes pasaron por la esquina de Humberto Primero y Felipe Moré, ya en Ludueña Norte, y el joven que había protagonizado la discusión con el adolescente reapareció y disparó al menos media docena de veces. Uno de los proyectiles hizo blanco en la cintura de Kevin, quien cayó de la moto, indicaron voceros del caso.

El chico fue asistido y trasladado al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca), donde arribó sin vida. Por su parte, los pesquisas hallaron dos vainas servidas calibre 9 milímetros en el mencionado cruce de las calles, en la zona noroeste.

Para las 2 de la madrugada, la noticia de la muerte de Kevin ya había llegado a su barrio y algunas personas indignadas se presentaron en una vivienda que está por Humberto Primero, unos 20 metros al este de donde recibió el tiro, y la prendieron fuego. De acuerdo con lo que contaban en el barrio, en ese lugar vendían drogas y, tras el ataque a Kevin, el homicida –de quien se dice tiene salidas transitorias de la cárcel– se escondió ahí con su cómplice, familiar del dueño de esa vivienda.

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