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Baleado al resistir un asalto

Un comerciante de 59 años recibió un tiro en la pierna y una fractura en la mano al negarse a entregar la recaudación de su local de compra y venta de muebles. Fue abordado por dos motociclistas armados en la puerta del negocio ayer por la mañana.

El dueño de una mueblería recibió un disparo en la pierna al resistirse a un asalto ayer por la mañana cuando dos muchachos armados le exigieron que entregara la recaudación del local de Larrea al 400 bis, en barrio Ludueña. Tras el ataque, los jóvenes huyeron del lugar sin el botín y la víctima de 59 años fue trasladada al hospital Centenario, donde además del tiro en la pierna le diagnosticaron escoriaciones en el cráneo y una fractura en una mano. Familiares del herido remarcaron que en el último tiempo el barrio está cada vez más inseguro y reclamaron una solución para detener los robos.

Según fuentes policiales, el violento asalto ocurrió ayer minutos después de las 10.30 en el frente del comercio dedicado a la compra y venta de muebles de nombre Alma, ubicado en la cuadra de Larrea al 400 bis. Cuando los uniformados arribaron al lugar, la víctima, identificada como Jorge Félix T.,de 59 años, contó que dos muchachos a bordo de una moto marca Motomel modelo Squa negra (tipo enduro) estacionaron frente a su local. Uno se bajó, sacó un arma de fuego del interior de una campera negra y le exigió que entregara todo el dinero que tenía. El hombre dijo a los pesquisas que recibió el impacto tras negarse a darles la recaudación, describieron las fuentes, las cuales agregaron que estos muchachos están sospechados de haber cometido un asalto similar en un comercio de Junín y Juan José Paso.

Ana María es la esposa de la víctima y en diálogo con El Ciudadano reconstruyó cómo observó desaparecer a los agresores mientras se desmayaba al ver que su compañero desde hace 40 años estaba lleno de sangre.

El matrimonio tiene la mueblería al lado de su casa en Larrea al 400 bis. Ayer era uno de los días que Ana María no trabajaba en el almacén que poseen también en la zona oeste.

Por eso la mujer explicó que primero Jorge la acompañó al cardiólogo y después ella le prometió quedarse en la mueblería haciéndole compañía. “Llegamos pasadas las 9.20 y me dijo que preparara el mate. Jorge se fue para abrir el negocio”, recordó Ana María. La mujer detalló que agarró el equipo de mate, un tarro con masitas y salió para la mueblería que queda a menos de diez metros. “Estaba bien en dirección a la puerta de mi casa cuando veo que Jorge tenía un plumero en la mano: me llamó la atención. Escuché un ruido fuerte y vi a un muchachito de campera negra que se subió rápido a una moto negra a la altura del portón de la mueblería. Un vecino gritó: «¡Corré que lo balearon a Jorge!». Vi que tenía sangre en la mano, en la pierna y no me acuerdo nada más”, reconstruyó la esposa de la víctima, todavía en estado de shock.

“No sé qué vamos a hacer. Los vecinos me contaron que le gatillaron en la cabeza pero que la bala no salió. Hace 40 años que estamos casados y todo lo que tenemos lo hicimos con mucho sacrificio, siempre trabajando. Todos los días nos levantamos a las 6 y hasta las 19 no paramos. Esto está cada vez peor. Roban a toda hora, esto tiene que parar”, reclamó Ana María angustiada.

El caso es investigado por el fiscal de la Unidad de Flagrancia en turno con el auxilio del personal de la comisaría 12ª, por razones de jurisdicción.

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