Cuatro jóvenes resultaron heridos este viernes por la noche al ser baleados mientras estaban en una cuadra de barrio San Francisquito y dos de ellos permanecían internados en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca). En el mismo lugar horas después personal policial demoró a dos pibes de 15 años: tenían un arma y una moto con pedido de secuestro, que fue hallada en una vivienda de pasillo.
El ataque armado fue cometido alrededor de las 22 en Vera Mujica al 2700, entre Gálvez y Virasoro, de zona oeste. De acuerdo con las primeras averiguaciones, un grupo de jóvenes estaba en la vereda de esa zona, donde viven, cuando personas desconocidas que pasaron por el lugar les dispararon sin que mediara discusión ni intento de robo.
Como consecuencia de la balacera, cuatro jóvenes resultaron heridos, aunque este sábado estaban todos fuera de peligro, informaron fuentes sanitarias.
Los heridos, de entre 16 y 19 años, fueron trasladados en un vehículo particular hasta el Heca, ubicado a pocos minutos de distancia.
Lucas S., de 17 años, fue diagnosticado con dos impactos de bala en el muslo derecho con orificio de entrada y salida. Yair S., de 16, con un impacto en el muslo derecho sin salida.
Uriel C., de 19, con una herida de gravedad en el dorso y Lázaro A., de 16, con un impacto en la cara. Las mismas fuentes aseguraron a Télam que los heridos no revestían gravedad.
Investiga el ataque la Unidad de Balaceras del Ministerio Público de la Acusación de Rosario (MPA).
Este sábado por la mañana, personal policial demoró a dos adolescentes que estaban en la zona del ataque con un arma de fuego con cargador municionado y tres motocicletas, una de ellas con pedido de secuestro. Según fuentes del caso, los uniformados acudieron al lugar por un llamado al 911 que alertó sobre personas armadas en torno de un búnker que por la noche noche «había sido incendiado y que habría estado trabajando la Agencia de Investigación Criminal (AIC) en el lugar». Desde la Policía se dio aviso al juzgado de menores para que disponga medidas a la secretaría de Niñez adolescencia y familia debido a que son menores de edad no punibles.
En esa cuadra, poco menos de tres años atrás, fue asesinado un chico de 19 años. Se llamaba Jorge Nicolás Canavo y lo mataron el 29 de mayo de 2019. Recibió un balazo en la cabeza frente a su casa, donde funciona una chatarrería. “Pasó como pasa siempre: pasan y tiran”, dijo un pibe con lágrimas en los ojos, como resignado a una lógica violenta que se repite a medida que pasan los años.
Tenía 19 años y lo mataron cuando regresaba a su casa de barrio San Francisquito