Un chico de 15 años fue baleado anteayer a la tarde, minutos después del clásico futbolístico rosarino, cuando caminaba con un amigo por las calles de su barrio de zona oeste, con una gorrita de Newell’s Old Boys. Los agresores, según denunció, fueron simpatizantes de Rosario Central que celebraban la victoria con cánticos y a los tiros. El menor, quien se encuentra internado con estado reservado luego de que una bala le atravesara la región lumbar, fue trasladado por su familia al Heca. A la misma hora llegó otro joven de 19 años con un disparo en la mano sufrido en la misma esquina, donde tiene jurisdicción la seccional 13a. Lo que debería ser un espectáculo deportivo se volvió a opacar por la desmedida violencia de fanáticos que se cobraron más víctimas de bala en otros puntos de la ciudad.
“Lo único que hizo Ángel fue ponerse una gorrita de Newell’s”, lamentó ayer un familiar del menor que lo cuidaba en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez, donde se encuentra internado con estado reservado. Según indicó, el chico pasó caminando con un amigo por la esquina de Cerrito y Pascual Rosas, donde un grupo de simpatizantes de Central celebraba con cánticos el gol que les dio la victoria.
“Hay testigos que vieron que Ángel no hizo nada. Tiraron cuatro tiros, y sabemos que también hirieron a otro chico que pasaba por el lugar”, agregó un pariente del menor en relación a otro muchacho herido que alrededor de las 17.30 del domingo ingresó con un disparo en la mano a la guardia del Heca. Fuentes policiales dijeron que se trata de Kevin D., de 19 años, quien luego de recibir curaciones fue trasladado a un sanatorio.
La familia de Ángel agregó que el tirador es un vecino no tan joven que el año pasado estuvo involucrado en una muerte. “La prioridad es que Ángel se recupere, pero queremos que se esclarezca lo ocurrido”, concluyó en relación al presunto agresor identificado como Diego R.
También en zona oeste pero en White y Donado, donde tiene jurisdicción al subcomisaría 22a, un hombre de 34 años fue baleado en el pie izquierdo por un vecino de 26 que terminó preso. Fuentes policiales informaron que la pelea se desató cuando terminó el partido por diferencias relacionadas a simpatías futbolísticas.