Search

Balean casa de Rosa Camino

La vivienda de la hermana del Pimpi fue tiroteada por desconocidos anteayer. Había dos demorados.

Como si fuera una conmemoración del homicidio de Roberto Pimpi Camino, anteayer a primera hora de la mañana, desconocidos pasaron por la casa de su hermana Rosa y efectuaron una ráfaga de disparos, que fueron a dar al frente de la vivienda, ubicada en barrio Saladillo, en la zona sur. Ayer se cumplía un mes del asesinato del ex líder barrabrava de Newell’s Old Boys. Por el hecho hay dos personas demoradas.

Un días antes de que se cumpliera un mes del asesinato de Roberto Pimpi Camino, desconocidos perturbaron la mañana tranquila y calurosa del domingo y balearon el frente de la casa de su hermana, ubicada en barrio Saladillo.

Las marcas de unos diez proyectiles quedaron plasmadas en la puerta, las ventanas, los ladrillos vistos y en la placa de numeración de la vivienda –ubicada en Anchorena 87 bis– que se quebró con el impacto de una bala. Allí vive Rosa Camino, hermana de Pimpi, el ex líder barrabrava de Newell’s Old Boys, asesinado hace un mes.

Rosa sólo abrió la puerta y dijo que no quería hablar. “Ya hice la denuncia a la Policía. Deje todo asentado ahí”, dijo a El Ciudadano la mujer, antes de volver a ingresar a su casa.

Sin embargo, en declaraciones al programa Radiópolis, de Radio 2, la mujer explicó que el ataque fue perpetrado por personas que se trasladaban en un auto rojo y en una motocicleta. Además, la mujer detalló que los proyectiles que dieron contra el frente de su casa fueron 21: todos de calibre 9 y 22 milímetros.

Según fuentes policiales,  anteayer a las 9.20, desconocidos llegaron a la casa de Rosa Camino, y abrieron fuego durante un largo rato. El hecho sucedió cuando la familia estaba durmiendo. Todos se despertaron con las detonaciones, confió un vocero del caso.

A diferencia de lo que afirmó Rosa ante la prensa, la Policía sostiene que los disparos fueron cerca de 10, y que además de la casa de Rosa, impactaron en el frente de una vivienda lindera. “Por el momento, no tenemos testigos de lo que pasó, pero hay dos hombres mayores de edad demorados, que ya prestaron declaración”, señaló un pesquisa.

El silencio de los vecinos.

La mayoría de los vecinos no vio nada. Sin embargo, una mujer que vive en la zona, con cierto recaudo, se animó a decir que escuchó los disparos, aunque no sabía de dónde provenían. “Sentí tiros el domingo a la mañana. Era temprano, a eso de las 8.20, pero la verdad no sabía que era acá enfrente”, comentó la mujer.

Otros vecinos dijeron desconocer qué había pasado. Se limitaron a decir que hacía poco que la dueña de la casa baleada se había mudado al barrio, y que sólo se enteraron que era parte del clan de los Camino después de la muerte del Pimpi.

El crimen del Pimpi.

Roberto Pimpi Camino murió el 19 de marzo pasado luego de recibir 7 balazos. Según fuentes policiales, el crimen del ex jefe de la barrabrava de Newell’s Old Boys ocurrió a las 5, en la puerta del bar Ezeiza, ubicado en Servando Bayo al 1400, adonde había estado bebiendo Champán desde la medianoche con varios amigos; entre ellos el dueño del bar y un policía.

En una de las oportunidades en que salió a la puerta, no está claro si a fumar o porque alguien lo llamó, Camino recibió siete plomos de una 9 milímetros y quedó tendido en la vereda. Enseguida sus amigos lo asistieron y lo trasladaron en su propio vehículo, un BMW color gris, al hospital Carrasco, adonde llegó sin vida.

Los médicos intentaron revivirlo en vano con un desfibrilador. Las personas que lo habían acompañado hasta el hospital desaparecieron poco después de escuchar la noticia de su muerte, indicaron las fuentes en esa oportunidad.

Por este hecho, fueron apresadas ocho personas –por orden del Juzgado de Instrucción de la 9ª Nominación, a cargo de Javier Beltramone–, de las cuales sólo dos continúan detenidas e imputadas como participes necesarios del homicidio.

Uno de ellos es Raúl Barrionuevo, policía exonerado y copropietario del bar Ezeiza. El otro es su socio, Orlando “el Toro” Gutiérrez.

Por su parte, Diego Torres y Adrián “el Gordo” Apio recuperaron la libertad, aunque siguen vinculados a la causa imputados de encubrimiento agravado, al igual que Alejandro “Angelito Negro” Urquiza, y Natalia y Florencia, dos chicas que estaban fumando afuera minutos antes de que Camino saliera a la puerta.

Por último, Paola O., esposa del Toro, quedó libre aunque continúa siendo investigada por su posible participación en el hecho.

10