Damián Marcelo Corvalán tenía 18 años y vivía en la llamada Zona Cero, en el extremo norte de Rosario. El martes por la noche estaba en pasaje 3148 al 3100, junto a cuatro amigos, cuando un Corsa gris frenó la marcha y un pibe armado bajó del vehículo. El atacante no dio tiempo a nada: un tiro en la cabeza dejó agonizando a Corvalán sobre el pavimento y minutos después murió en el hospital Alberdi. Leo, uno de los presentes, recibió dos tiros pero logró zafar. Fuentes de la investigación deslizaron que el agresor está identificado, y que buscan un joven relacionado al clan Romero, conocido por su protagonismo en la violencia territorial de barrio Nuevo Alberdi.
De acuerdo con voceros policiales y judiciales, Corvalán, quien vivía en Polledo al 3100, pasaba la noche en pasaje 3148, junto a Gabriel y Daniel “Leo” R. y los apodados Kity y Chino. Antes de las 20.30 la reunión de amigos sufrió una interrupción abrupta: uno de los tres ocupantes de un Chevrolet Corsa gris que apareció en escena bajó y enfiló hacia el grupo decidido a matar. Las detonaciones resonaron en el barrio, caracterizado por las casas bajas del Plan Abre.
A Corvalán un tiro lo alcanzó en el cráneo; mientras que a Leo dos plomos lo hirieron en el muslo derecho y en zona abdominal. Antes de que llegara la Policía, ambos fueron trasladados al hospital Alberdi. Allí, el destino de Corvalán ya estaba sellado y los médicos nada pudieron hacer para salvarlo.
Cuando personal policial llegó al lugar observó que sobre el pavimento había manchas de sangre y vainas servidas.
Del Alberdi al Heca, sin aviso
Por la medianoche, Leo R. –confiaron fuentes de la causa– se dio el alta a sí mismo en el hospital Alberdi. Pero a los pocos minutos el destacamento policial del Heca registró su entrada. De acuerdo con el parte médico, estaba fuera de peligro.
La banda del Lichi
A partir de los testimonios recabados en la Zona Cero por la División Homicidios de la Policía de Investigaciones, los detectives obtuvieron el nombre de un posible autor a quien relacionan con el clan Romero, o la banda del Lichi, célebre porque varios de sus integrantes se encuentran imputados en causas que van desde robos calificados, usurpaciones, abuso de arma y homicidios, y mencionados detrás de varios hechos de violencia territorial en los barrios Nuevo Alberdi, Cristalería y la Cerámica, recordó un investigador.
La investigación del homicidio de Corvalán y la tentativa contra Leo está en manos del fiscal en turno, Adrián Spelta, quien ordenó medidas a la PDI y a la subcomisaría 2ª, con jurisdicción en la zona.