Un árbitro de fútbol fue gravemente herido de un balazo por un motochorro cuando pretendió salir en defensa de una vecina a la que estaban asaltando en la ciudad de La Plata, informaron fuentes policiales.
Se trata de Carlos Guiotto (27), padre de un niño de 8 años, quien permanece internado en grave estado en el Hospital San Martín de La Plata.
«Tenemos que esperar 72 horas para ver su evolución», dijo a la prensa el padre del árbitro, también de nombre Carlos, quien exigió que detengan al autor del hecho y «que pague por lo que hizo».
Según las fuentes policiales, todo comenzó cuando Guiotto se hallaba en su casa ubicada en la calle 77 entre 1 bis y 2, de La Plata, a punto de preparar un asado para almorzar y compartir con amigos.
En ese momento, observó que dos hombres que se movilizaban en una motocicleta forcejeaban con una mujer de 40 años, hipoacúsica, a quien pretendían arrebatarle la cartera.
Guiotto salió de su casa y corrió para auxiliarla, pero no pudo impedir que los delincuentes se apoderaran de la cartera de la mujer y emprendieran la marcha a bordo de la misma moto en la que habían llegado. Cuando se fugaban, uno de los ladrones giró su torso para atrás y disparó un balazo contra Guiotto, hiriéndolo de gravedad en la zona del abdomen.
El árbitro cayó malherido al piso y fue auxiliado por uno de sus amigos que recién llegaba a su casa, quien lo trasladó al Hospital San Martín, donde ingresó en estado de gravedad.
En tanto, fuentes policiales dijeron que otro vecino fue quien alertó a la comisaría de la zona y, si bien se organizó de inmediato un fuerte operativo para hallar a los delincuentes, el resultado fue negativo.
«Acá hay algo que tiene que cambiar. Soy de un pueblo de 700 habitantes, acostumbrado a la tranquilidad total. Es un lugar donde no se precisa cerrar la puerta con llaves, donde los autos quedan abiertos, las bicicletas apoyadas contra la pared.
Tenemos una vida totalmente distinta. Esto se está deformando», dijo Guiotto padre.
Además, agregó que «no hay justicia, no hay conducción, no hay nada. Lo que quieren es tener votos. El que comete una falta, la tiene que pagar. Esto es un infierno, tienen que hacer algo políticamente, tienen que cambiar».