Un niño de dos años fue baleado durante un asalto en la localidad bonaerense de Llavallol. El nene recibió un disparo en la cabeza cuando un ladrón ingresó a un almacén con fines de robo.
Antes de huir, el malviviente disparó un tiro que alcanzó al menor. Por la herida, el chico debió ser internado en el Hospital Meléndez de Adrogué.
El director de esa clínica, Juan Coll, dijo en declaraciones radiales que el niño «tenía una herida cortante en el parietal izquierdo». «La bala hizo el trayecto rozando la piel, pero no quedó alojada en ninguna parte del cuerpo», sentenció.
Respecto al estado de salud del niño, el tío contó que su sobrino «ya se despertó y está mejor. Fue una fisura de cráneo. Por suerte el balazo no ingresó en la cabeza, le provocó un corte y la bala quedó tirada en el piso».
«Ahora está jugando con la madre, pero fue un momento muy duro, muy doloroso», explicó el muchacho, quien agregó que lo que les pasó «pasa en todo lados y en un segundo te arrebatan la ilusión que vos tenés».