El ataque ocurrió el sábado pasado cuando, el sacerdote que está a cargo de la iglesia de Máximo Paz — un pueblo ubicado a unos 80 kilómetros de Rosario — fue baleado con una escopeta. Según explicó el párroco, dos encapuchados intentaron robarle, se resistió y recibió un escopetazo. El caso es investigado por la fiscalía de Villa Constitución.
Cerca de las 21 del sábado el párroco Carlos José Sala, de 61 años, circulaba por un camino de ripio y al llegar a la intersección de la ruta provincial 90 y acceso a Santa Teresa, cercano a unas vías se detuvo en la banquina.
Según el relato del herido se detuvo a orinar y fue sorprendido por dos encapuchados que intentaron asaltarlo y se resistió. Dijo que logró subir al auto y escapar del lugar, aunque no pudo determinar en qué momento le dispararon con una escopeta con perdigones en la zona del abdomen y la pelvis.
Llegó hasta una estación de servicio de la zona donde pidió ayuda. Llamaron al personal policial y a la asistencia médica que le brindó las primeras atenciones y en una ambulancia lo trasladó al Hospital de Villa Constitución donde fue intervenido quirúrgicamente, contó la fuente consultada.
El caso quedó en manos de la fiscal Analía Saravalli que dispuso las primeras medidas investigativas, entre ello el relevamiento del auto en el que circulaba el cura donde se encontraron dos perdigones de plomo a la altura del motor y un maletín con unos 80 mil pesos que la víctima dijo era producto de donaciones a la iglesia.